De la granja a la mesa, se sabe por dónde ha pasado un producto. Por eso la empres Nestlé dice haber identificado la procedencia del relleno de carne de sus ravioli y tortellini. La pasta se vendía como de ternera, pero también llevaba trozos de caballo. La alimentaria señala al productor alemán que les suministra el ingrediente, aunque éste asegura que no es responsable del posible fraude. La empresa se ha visto obligada a retirar el producto de España y de Italia, donde se vendía. No por problemas para la salud, sino porque la ley obliga a mostrar los ingredientes en la etiqueta. El fraude de la carne de caballo por vacuno, afecta ya a Irlanda Francia, Reino Unido y Alemania, con procesos judiciales en marcha. En marzo Europa redoblará los controles en los puntos de venta de carne.