Su caso se hizo público nada más comenzar el 2018. Wang Fuman es un niño de 8 años que cautivó a todas las redes sociales por una fotografía que en la que aparece con la cara amoratada y con el pelo, las cejas y las pestañas completamente llenas de nieve por el frío.
Así era como llegaba el pobre Wang todos los días al colegio al tener que andar nada más y nada menos que cinco kilómetros con temperaturas gélidas. Su profesor de matemáticas decidió hacerle unas fotografías donde se podía observar las consecuencias que le dejaban en el cuerpo al tener que hacer el largo trayecto cada mañana.
Nada más publicarse las imágenes en Twitter, el pequeño se hizo viral. Los medios de comunicación se interesaron por su caso y descubrieron que había sido abandonado por su madre y que ahora vivía con su abuela. Al ver el sufrimiento del pequeño, miles de personas pusieron en marcha una campaña solidaria a través de Internet para recaudar dinero y mandarle ropa de abrigo a Wang Fuman.
Una semana después de que el caso del niño chino encandilase a la Red, el portal de noticias Infobae ha publicado que Wang Fuman tan solo recibirá un dos por ciento de todo lo recaudado. Según este medio, la organización benéfica Fundación para el Desarrollo Juvenil de Zhaotong fue quien puso en marcha todo este movimiento para dale una vida mejor al protagonista.
Esta asociación ha sido la que, gracias a la solidaridad de miles de personas, ha recaudado 80.000 dólares en tan solo siete días. Lo que no ha sentado nada bien a los portadores de las ayudas ha sido el destino que tendrá su dinero. La sociedad ha declarado que Wang Fuman recibirá un dos por ciento de lo recaudado, es decir, un total de 1.200 dólares. El resto irá destinado a otros niños que viven como él en condiciones precarias.