Nueva York, 1920. La Ley Seca impera en todo el país y miles de neoyorquinos recurren a los bares ilegales para poder saltarse la prohibición. Nacen los 'speakeasy', locales que se han vuelto a poner de moda en la isla de Manhattan, una ciudad que esconde en sus almacenes algunos de sus mejores clubs. Se calcula que en la época de la Ley Seca operaban hasta 20.000 locales de este tipo en la isla, la mayoría de ellos ocultos bajo la apariencia de un negocio legítimo. Podían estar camuflados detrás de una barbería, una carnicería o, incluso, de una parroquia. Hoy los 'speakeasy' son sinónimo de lujo y exclusividad y su acceso es limitado.