Un octogenario palentino es condenado a dos años y cuatro meses de prisión por "abusar de su mujer durante 57 años"

  • El hijo de ambos interpuso la denuncia ante la Guardia Civil al escuchar al padre propinar una amenaza de muerte a la víctima

  • Dormían separados, pero el sujeto obligaba a la mujer agredida a mantener relaciones sexuales en su dormitorio

La Audiencia Provincial de Palencia ha dictaminado una pena de dos años y cuatro meses de cárcel, además de abonar una multa que asciende a 4.320€ y una indemnización de 6.000€, a un anciano de 87 años que responde a las siglas J.P.M. tras haber incumplido un delito de amenazas, maltrato habitual y abusos sexuales a su mujer, con la que respaldaba un matrimonio de 60 años.

El fallo contra el residente y nativo de Espinosa de Villagonzalo (Palencia), ha sido resuelto después de que el hijo de ambos interpuso una denuncia al haber escuchado a este amenazar de muerte a su madre, según ha podido confirmar Público con la información de EFE.

La investigación ha señalado también un comportamiento "sumiso" de la esposa hacia el individuo, ya que este controlaba cada uno de sus "pasos, costumbres y amistades constantemente". En este sentido, la sentencia establecida considera culpable al sujeto al tener un "carácter fuerte, autoritario, de los de ordeno y mando, en expresión popular chapado a la antigua y cierto grado de agresividad”, según cita el documento.

Dormían separados, pero le obligaba a visitar su dormitorio

A pesar de que la relación estaba rota y ambos miembros "dormían separados", el responsable de la agresión sexual continuada obligaba a su mujer a visitar el cuarto donde descansaba para mantener relaciones íntimas.

Algo a lo que la mujer accedió hasta el 23 de julio de 2017, cuando se negó en un primer momento hasta que él "fue en su busca y cogiéndola de las manos la llevó a su habitación donde mantuvo relaciones sexuales".

A la mañana siguiente la mujer logró escapar de la vivienda y J.P.M aprovechó para encerrarse dentro y que nadie pudiese acceder. Sin embargo, uno de los hijos de la pareja le suplicó "insistentemente" que abriese la puerta, y al lograrlo éste increpó a la mujer asegurando "esta noche te mato", siendo la gota que culminó el vaso para que se el propio primogénito denunciase lo sucedido ante la Guardia Civil.