El capitán del Valladolid Borja Fernandez ha quedado hoy en libertad con cargos. Y hemos conocido que en el caso del presidente del Huesca, ha salido con cargos de corrupción entre particulares en actividades deportivas, blanqueo de capitales y estafa, además se le reclaman 50.000 euros.
Han mantenido su inocencia ante el juez a pesar de haber escuchado unas grabaciones que les hizo la policía, que presuntamente les implicaría en dichos amaños.
El médico del Huesca ha escuchado en el juicio su voz, hablando con uno de los jugadores detenidos, Íñigo López, que por entonces jugaba en el Huesca. En la conversación hablan de perder el partido. También hablan del presidente del Huesca, diciendo "ya sabe lo que pasa", una frase que parece implicarle en la trama de amaños.
A Raúl Bravo, uno de los cabecillas de la operación, le grabaron hablando con Borja Fernández, la víspera de otro partido, supuestamente amañado, contra el Valencia. Fernandez ha declarado que hablaban de sus cosas ya que eran amigos.
La policía cree que en esa reunión pactaron las jugadas predeterminadas para levantar las apuestas. Borja sería el encargado de contactar con jugadores de su equipo, igual que Íñigo López en el Huesca.
En el partido contra el Nastic, dice la investigación, se pagó el doble de lo habitual, 200.000 euros, porque hubo más jugadores implicados.