Paco, cuidador de la 'viuda negra' de Alicante: "Somos inocentes, los culpables siguen fuera"

telecinco.es 09/10/2018 18:17

Paco ha querido contar a Goya Ruiz, una de las colaboradoras del el programa que tanto él como Conchi son inocentes y que "a fin de cuentas, los culpables siguen fuera".

Se queja también de las condiciones en las que viven dentro de la cárcel, "estamos aquí sin comunicación, no sé por qué. Sin dinero, porque nos han bloqueado las cuentas. Aquí estamos como un indigentes, eso quiere decir que cambio las pastillas por tabaco. Por cierto, el sello y el sobre me lo han cambiado por medicación".

Otro de los puntos que más curiosidad ha desatado de esta truculenta historia de muerte y dominación es su relación con Conchi. En su carta a Ruiz pretende aclararlo todo, "dicen que somos amantes. Eso no es cierto. Yo sólo soy su cuidador. Para mí es como si fuera mi propia hija. Y se refiere también a la relación de Conchi con José Luis, el marido asesinado "la relación que tuvieron José Luis y Conchi es cosa de suya. Si ella no me permite hablar es asunto de ella".

Portero de José Luis

Paco también ha desvelado el origen de su relación con José Luis, "lo conocí cuando él montó un bar donde yo era el portero. Ahí comenzó una buena relación. Esto pasó en el 2006. Después de un tiempo, la relación se rompió por circunstancias, porque sus hijos son muy conflictivos, lo que nos hizo alejarnos. Hasta que un día inesperado me llamó y volvimos a tener relación".

Los expertos han manejado la posibilidad de que Conchi hubiese manipulado y dominado a Paco de forma que hubiera cierta dependencia con ella, algo que deja entrever al hablar de cómo retomaron la relación, "cuando murió la madre de Conchi, el 8 de enero de 2016, yo vivía solo en Alicante. Entonces, mi hija me llamó por teléfono y me dijo que la abuela había muerto. Cuando llegamos al tanatorio me encontré con Conchi en una silla de ruedas. Hacía 16 años que no nos veíamos. Empezamos a hablar y me contó que toda su familia, incluso sus propios hijos, habían firmado para meterla en un centro. Yo eso no podía permitirlo porque mi cuñada no es un trapo viejo que se pueda tirar como hizo su propia familia. Como yo no podía consentir eso, la saqué del centro bajo mi custodia, firmado por un juez, por la asistenta social y por un médico. Y me comprometí a cuidarla hasta que falleciéramos".