Los besos a las mascotas son algo más habitual de lo que uno puede pensar. Este simple acto de afecto puede convertirse en tragedia si no somos conscientes del peligro que puede acarrear. Los veterinarios suelen aconsejar a los dueños de mascotas domésticas que no dejen que estos les laman en zonas corporales delicadas como la boca por riesgos a contraer infecciones.
Los perros y gatos poseen microorganismos en la boca que les protege de peligros externos. Sin embargo, son partículas muy diferentes a las que contiene la boca de un ser humano, por lo que la transmisión de una especie a otra puede acarrear grandes riesgos.
La historia de una mujer de Ohio, EEUU, es el ejemplo del peligro que puede sufrir el dueño de una mascota. Un simple lametazo de su cachorro pudo ser la causa de la infección potencialmente mortal que le causó la amputación de manos y piernas. Este no es un caso excepcional ya que existen más sucesos de este tipo, según recoge CNN.
La mujer empezó a tener síntomas como la fiebre, náuseas y dolor de espalda, por lo que acudió a urgencias el pasado mes de mayo. Había vuelto de un viaje al Caribe y en un primer momento se sospechó de una enfermedad contagiada durante esos días. El estado de la mujer empeoró y fue inducida al coma, ya que las extremidades de su cuerpo comenzaron a gangrenarse, según publica El Español.
Tras varias semanas, los médicos desecharon la opción de que pudiera tratarse de una enfermedad tropical y descubrieron el verdadero causante, la bacteria Capnocytophaga canimorsus, que se encuentra en la boca de los perros y los gatos, según recogen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.
La mujer permaneció durante varios meses ingresada en el hospital. La infección avanzó tanto que le tuvieron que amputar las manos y las piernas. Recibió ocho cirugías y está pendiente de recibir prótesis mientras continúa con su proceso de rehabilitación.
Los besos o 'lametones' en la boca por parte de las mascotas puede causar dicha infección, aunque también puede propagarse a través de mordeduras o rasguños. Esta circunstancia se da en casos muy raros pero puede causar enfermedades graves e incluso la muerte. Las personas que tienen algún tipo de debilidad inmunitaria son más proclives a este tipo de infecciones.