Hacer el camino de Santiago marca a todos los peregrinos, un viaje que deja huella en el alma y ahora para muchos también en la piel porque se ha puesto de moda tatuarse algún recuerdo de esa experiencia imborrable.
Los peregrinos han sudado tinta para llegar a Santiago y en la meta quieren que esa tinta grabe el recuerdo en su piel. En forma de catedral, de botafumeiro, del mismísimo apóstol o de la popular cruz roja de Santiago. Aunque sí hay un tatuaje estrella entre los peregrinos sin duda es la cocha y el lienzo preferido el pie, quizás porque es la parte que más sufre a la hora de realizar el camino.
Han sido demasiados pasos, demasiados kilómetros, demasiados días, para que la huella sea mucho más profunda. Lo que está claro, según los peregrinos, es que el camino de Santiago tiene algo que te cambia y te marca para toda la vida, y ahora mucho más.