En la mañana de este lunes, una mujer acudió al cuartel de la Guardia Civil de La Orotava (Tenerife) explicando que su hija no respondía a sus llamadas. Cuando los agentes acudieron al domicilio, se encontraron con los cuatro cadáveres de los miembros de la familia.
En una habitación, el cadáver de Paula Martín, de 32 años, fue hallado en una cama junto a los cuerpos sin vida de sus dos hijas, de dos y cinco años. Las tres murieron abrazadas y no se aprecian signos de violencia, por lo que todo apunta a que murieron envenenadas o por asfixia.
En otro dormitorio, el cuerpo de Israel Rodríguez, que se había ahorcado con una cuerda. El hombre, piloto de helicóptero del Ejército de Tierra, había dejado una carta manuscrita con intenciones suicidas, en la que hablaba de problemas económicos y familiares.
La mujer no había interpuesto ninguna denuncia por violencia machista. Los cadáveres de los cuatro ya han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense, donde les practicarán la autopsia para determinar las circunstancias de estos fallecimientos.