Roman Chernov, detenido el pasado martes por presuntamente matar a su expareja en un piso de Denia, ha sido enviado a provisional comunicada y sin fianza. Así lo ha dispuesto el titular del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de la localidad alicantina.
Acabó con la vida de su expareja el pasado martes. Compró una escalera de aluminio y un cuchillo enorme, y caminó una hora durante la noche, bajo la lluvia, para llegar al domicilio donde se encontraba. Una vez allí, escaló y forzó la puerta. Se acuerda de todo hasta ahí: de cómo degolló a Elena, le ha dicho al juez.
Sorprendiendo a todos, Chernov ha preguntado a los presentes si había matado a la niña también. Le dijo que avisara a la policía y la pequeña de 11 años, hija de la fallecida, que se encontraba también en la vivienda, salió despavorida para pedir ayuda a los vecinos.
El juez le ha enviado a prisión por el crimen de Elena y por dos quebrantamientos de la orden de alejamiento. El sistema falló. Hubo una sucesión de errores y se erró en la percepción del peligro que Elena realmente sufría.
La víctima llegó a cambiar las cerraduras porque él tenía llaves. Roman llevaba tiempo reclamándole la vivienda porque dice que ayudó a Elena y a su niña, fruto de otra relación, afirmando que iban a quedarse dos semanas. Pero Elena le denunció por agresión machista, y consiguió regularizarse.
Para rematarlo, ahora el abogado de Chernov dice que es gay, intentando evitar el agravante de violencia de género.