Galileo se cree un perro, pero en realidad es un burro. Apareció abandonado en Huelva y fue acogido en el Centro Municipal de Acogida de Animales el pasado mes de febrero, cuando fue rescatado de la calle.
El animal, de un año y medio, no se comporta como un burro. De hecho, cuando rebuzna él cree que ladra. Y es que en su pasado solo convivió con perros, y es propio de su especie copiar lo que ven. El burro es muy empático y de personalidad permeable, así que Galileo mordisquea, juega y pasea como lo haría un perro.
Ahora el Ayuntamiento de Huelva ha formalizado la donación de Galileo a la asociación 'El burrito feliz', donde el animal podrá estar con otros ejemplares de su especie y, rodeado de naturaleza, olvidarse poco a poco de su pasado perruno.