Los resultados de toxicología serán vitales para saber si Blanca murió de forma natural o voluntaria

  • Blanca se llevó toda su medicación y de hecho la familia alertó a la policía al descubrirlo

  • En su mochila llevaba medicación para la depresión, padecía un trastorno bipolar y necesitaba tomar una pastilla al día de litio

La autopsia ha terminado a las 12. 30 de esta mañana. Los forenses han enviado diferentes pruebas para analizar en profundidad en el Instituto de Toxicología. Una de las más importantes, los resultados de histopatología. Estos serán decisivos para certificar la verdadera causa de la muerte. Lo más importante será despejar la duda de si se trata de una muerte natural o voluntaria. El examen visual fue decisivo para saber que no se trata de una muerte violeta, ni accidental ni homicida.

El cuerpo no tenía traumas o golpes evidentes. Aunque sí estaba muy deteriorado por el paso de los días y el forense apuntó a que podría llevar muerta más de una semana. La forma en que fue encontrada recostada, escondida en un repecho de piedras, pero en calma aseguran fuentes de la investigación, dio la primera certeza: Blanca no se precipitó ni cayó en un accidente. La autopsia revelará la causa de la muerte.

En su mochila llevaba medicación para la depresión, padecía un trastorno bipolar y necesitaba tomar una pastilla al día de litio. Lo que intentan determinar es cuántas tomó y será la autopsia la que certificará si una ingesta excesiva pudo producir la hemorragia y la muerte. En esa mochila que estaba junto al cuerpo estaban también las llaves del coche y el ticket de su compra el día 24 en un centro comercial, agua y embutido en la charcutería donde la reconocieron. Fue su última compra, cree la policía antes de subir a Cercedilla y aparcar en este lugar donde otro testigo vería el vehículo a las 6 de la mañana del día siguiente. A unos dos kilómetros estaba el cuerpo.

Un lugar a 200 metros de un sendero, en el límite de la zona arbolada, antes del ascenso a La Peñota, que impedía verla desde el aire, con helicópteros o drones. Los efectivos que llegaron al lugar tras el hallazgo de un sargento de la guardia civil y su perro adiestrado para buscar rastros, explicaban lo mismo. No era fácil verla hasta no estar a un metro. Blanca estaba en el monte cuando cayó esta tormenta tremenda el pasado día 26 pero creen que ya estaba muerta. La familia pudo identificar el cuerpo por un tatuaje en el tobillo y por las pulseras que llevaba con fotografías de sus hijos incrustadas. También la ropa y sobre todo el calzado. Pero hasta que no se terminen las pruebas de ADN, el cadáver no será entregado a sus familiares. Probablemente mañana.