Premiada por un trabajo sobre cómo afecta el ruido a personas con trastorno autista como ella

Aridia Pizarro fue la encargada de presentar el trabajo en el concurso
La estudiante Aridia Pizarro, de dieciséis años y natural de Badajoz, ha obtenido un premio en el certamen de innovación de Endesa gracias a un trabajo en el que ha compartido cómo viven el ruido personas con trastorno autista como ella.
Según informa el diario local 'Hoy', la joven está actualmente terminando sus estudios de Secundaria en el Instituto San Roque de Badajoz. Lo hace ayudada por un aula específica de TEA (Trastorno Espectro Autista), un apoyo educativo para que los estudiantes con autismo puedan desarrollar una formación normal junto al resto de sus compañeros.
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Fruto de la unión con sus compañeros que ha propiciado este recurso, Aridia realizó un trabajo grupal en su tiempo libre coordinado por la profesora de Física y Química, Pepi Jaramillo Romero, centrado en apoyar a los estudiantes con TEA.
De esta manera, el proyecto estudió cómo afecta a alumnos con y sin TEA el ruido fuera y dentro de las aulas, ya que para las personas con autismo el ruido es especialmente molesto por su mayor sensibilidad ante estos estímulos. Para ello, se dedicaron a realizar mediciones con sonómetros construidos por ellos en diferentes ambientes, intentando además tomar medidas para mitigar los efectos nocivos del ruido.
Después, también crearon un mapa de ruido para localizar los lugares con mayor sonoridad del instituto, que finalmente fueron algunos los pasillos o el recreo. Con los datos ya recabados, también encuestaron a niños con y sin TEA para descubrir qué situaciones con ruido eran más molestas para cada uno de ellos.
Así, para los alumnos con autismo no era tan importante la intensidad del ruido como en qué momento se producía, siendo especialmente molesto para ellos el ruido en un contexto social como el instituto.
Tras conseguir el segundo premio del certamen de Innovación Educativa de Endesa en la categoría de soluciones creativas para el Medio Ambiente, ahora este proyecto también servirá para mejorar el instituto. Además de haber instalado un semáforo que se enciende en rojo al superar los 60 decibelios, el centro plantea otras medidas como colocar goma en las patas de las sillas para reducir el ruido o dar charlas de concienciación a sus estudiantes.