La Semana Santa de Zamora llega a su cumbre con la procesión de Jesús Yacente y Miserere

AGENCIA EFE 22/04/2011 09:22

La lluvia, que ha sido intermitente en Zamora durante los últimos tres días, no ha impedido la salida de unos novecientos cofrades que, como cada noche de Jueves Santo, sobre las 23.00 horas, partieron en desfile procesional desde la iglesia Santa María La Nueva.

Los cofrades han acompañado a la única imagen de esta cofradía, el Cristo Yacente, por el casco histórico de Zamora, cuya Semana Santa está declarada de interés turístico internacional.

Los cofrades de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente salen en procesión ataviados con caperuza y túnica de estameña blanca rematada con puños ribeteados de morado y un fajín del mismo color, y portando un largo hachón de madera negra con una cazoleta de metal y una vela de cera roja, única iluminación en las calles por las que transcurre la procesión.

La llegada de la procesión a la céntrica Plaza de Viriato es uno de los momentos más esperados en la Semana Santa zamorana. Cientos de personas esperan desde horas antes a que los cofrades rodeen la Plaza.

Unos 170 de ellos se sitúan en el centro de esta plaza y con la única iluminación de las velas entonan el canto del Miserere, obra creada por el Padre Alcocer en 1952, mientras la imagen de Jesús Yacente realizó el tradicional recorrido a la plaza ante el riguroso silencio y recogimiento de los asistentes.

Después, la Hermandad retomó el viaje de regreso hasta la Plaza de Santa María La Nueva, donde finaliza la procesión.

La Penitente Hermandad de Jesús Yacente se fundó el 15 de mayo de 1941, tras el descubrimiento de la imagen del Cristo Yacente olvidada y oculta en la Iglesia de la Concepción, que actualmente es la Biblioteca Pública de Zamora.

La imagen de Jesús Yacente es una obra cuya autoría fue concedida a Gregorio Fernández durante mucho tiempo, aunque los últimos estudios apuntan a uno de sus discípulos, Francisco Fermín, como autor de la talla en el segundo cuarto del siglo XVII.

Desde el primer año que desfiló esta Cofradía se convirtió en uno de los principales referentes de la Semana Santa en Zamora, especialmente con la introducción del canto del Miserere en la Plaza Viriato, en 1952.