Siguen limpiando con el agua a la cintura en Alicante

  • Dos días después de la gota fría hay barro y lodo por todas partes

  • Cada vez más gente necesita agua, comida y medicinas

En las zonas afectadas por la gota fría se sigue trabajando para recuperar la normalidad. Hay lugares, como en la provincia de Alicante, donde dos días después, el agua sigue llegando a la cintura.

Grabe lo que grabe la cámara, solo se ve lodo y devastación por todas partes en Alicante. Ya han pasado dos días desde que el tiempo diera una tregua pero, el agua sigue campando por las calles y llega por la cintura.

Los vecinos no tienen agua, tampoco comida y muchos necesitan algo tan básico como las medicinas. A base de lanchas y canoas pueden desplazarse y hacer acopio de ellas. “He ido a por unas pastillas de mi padre y he tenido que entrar con los militares”, cuenta una vecina.

Todavía hay cientos de personas fuera de sus hogares. “Cada vez se acerca más gente a coger comida, agua y ropa”, explica un voluntario. Quienes no pasan la noche en albergues, lo hacen en casas de familiares. Algunos ya han podido regresar a sus hogares aunque entre lagrimas, ya que se han encontrado con un panorama desolador.

Y entre tanta impotencia, surge la fortaleza por recuperar lo poco servible. “Estamos haciendo balance y viendo lo que tenemos. La parte de abajo la tengo que tirar toda”, dice una vecina. El agua continúa por las calles de la localidad y los residentes siguen recordando las horas de trabajo para intentar detener el barro y el agua que entraba en sus viviendas a gran velocidad, pues "entraba más agua de la que sacábamos, era imposible".

El río Segura se alivia pero la Vega Baja permanece sumergida. En Orihuela, el desolador rastro de las riadas se refleja en los coches apiñados unos sobre otros. La UME va casa por casa para atender las necesidades de los que están atrincherados en ellas.