Tartas, bizcochos, torrijas: Los postres se convierten en los reyes de la cuarentena

  • El consumo de harina y levadura se ha disparado y cuesta encontrarlas

  • El tiempo libre está provocando que muchos saquen su lado repostero

Los hogares españoles se han puesto manos a la masa en pleno confinamiento por el coronavirus. Los expertos recomiendan mantenerse ocupado y el lado más goloso ha provocado que muchos se metan a reposteros en casa. Una afición que está acabando con las existencias de harina y levaduras. Hay tanta demanda que cuesta encontrarlas en panaderías y supermercados.

Y es que el consumo de harina se ha disparado un 130%, mientras que el de la levadura ha alcanzado un 233%. Son los ingredientes básicos para hacer tartas y bizcochos que en estos días llenan los hornos. "Ya hice 3 tartas esta semana", reconocía el cliente de un supermercado esta mañana en la cola de la compra. Y es que tras el boom del papel higiénico, ha llegado la explosión de la repostería.

Sin embargo, estos no son los únicos dulces que se están produciendo en las casas españolas. En plena Semana Santa, es la época de las torrijas. Un postre fácil y sencillo de elaborar por todos en casa que solo necesita de huevo, pan duro, leche y aceite para freír.

La cuarentena ha cambiado nuestro hábito en el supermercado. La compra de alimentos se ha elevado un 17,6% en la tercera semana de confinamiento respecto a la misma semana del pasado año y un 16,8% respecto a la semana precedente, según ha avanzado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Además, se ha vuelto a registrar un "incremento claro" del consumo de frescos, así la carne ha crecido un 29% y la del ovino se dispara un 31%. El pescado cae un 4%, aunque el pescado congelado crece un 18%. El Ministro ha querido volver a "reiterar la importancia de consumir en estos días cordero, quesos de cabra y oveja, así como pescado fresco, sectores que necesitan en estos momentos todo nuestro apoyo".

Dentro de este aumento generalizado, también encontramos a los alcoholes de baja graduación, que suben un 32%. Y es que nadie está renunciando sus aperitivos en casa con cerveza y aceitunas o a acompañar el consumo masivo de películas con palomitas, que se han comprado un 50% más. Y el lado goloso no acaba ahí, ya que las chuches y el chocolate se consume un 54% más.