Durante su relato asegura que pasó mucho miedo, alegando que los inmigrantes a los que tuvo que enfrentarse eran muy agresivos: "Cada vez vienen más armados, piedras, palos, cuchillos, machetes, cizallas, radiales...".
"Las varillas estas metálicas de obra con las que hacen los encofrados lo usan a modo de lanza contra nosotros", explica el guardia civil. El pánico entre los agentes se produjo al verse desbordados por la avalancha de personas que saltaron la valla, motivo por el cual piden más protección.
Pero no solicitan sólo más agentes, también aseguran que es necesario un aumento en los medios de los que disponen para reprimir estas turbas masivas. Ahora mismo cuentan con escudos, cascos, porras y un chaleco que, indican, no garantiza su integridad física.
La solución, para los agentes de la benemérita, pasaría por la utilización de parte del material que usan los antidisturbios, como los botes de humo, que "nos puede dar la opción de evitar una agresión". Con ello se podría evitar las agresiones que sufren durante estos saltos masivos, ya que en total 30 guardias civiles han resultado heridos en los dos últimos saltos. Demasiada tensión para un trabajo que se ha vuelto muy peligroso.
Expulsión por parte del Gobierno de los inmigrantes
El Gobierno de España expulsó a Marruecos a todos los migrantes que lograron saltar la valla de la ciudad autónoma. La medida no se aplicaba desde el año 1992. El acuerdo bilateral al que han recurrido España y Marruecos es vinculante para la readmisión de personas que entren de manera irregular a territorio español a través de sus fronteras.