En los últimos años ha crecido un nuevo destino turístico, el cielo. El turismo astronómico ha hecho que centenares de turistas se dirijan a lugares donde la bóveda celeste nos regala imágenes de estrellas, planetas y mágicas puestas de sol.
Uno de esos destinos es la localidad turolense de Arcos de las Salinas donde este verano están teniendo una ocupación hotelera que supera el 80 por ciento gracias a las visitas guiadas al observatorio y a la contemplación de su pedacito de cielo aragonés.
Este municipio alejado de la polución y la contaminación lumínica reúne las mejores condiciones para disfrutar del cielo y observar las estrellas desde un lugar privilegiado. Es uno de los mejores lugares de España para tomar fotografías nocturnas y la sensación, una vez aquí, es indescriptible.