Sigue siendo un caso que pone los pelos de punta y del que aún no se puede hacer una cronología precisa. Nadie se explica qué le pasó a Carmen Merino por la cabeza para presuntamente acabar de una forma tan cruel con la vida de Jesús Mari. Carmen habló en principìo de una huida de Jesús Mari en la que se habría llevado el dinero. Pero el hecho de que no moviera el coche y tampoco tocara las cuentas (la única que sacó dinero fue Carmen) desmontaba una teoría que se vino abajo cuando una vecina abrió la caja que le dio Carmen, que supuestamente contenía objetos sexuales, y descubrió con horror que allí había un cráneo humano.
Comprobado que era el de Jesús Mari en un principìo Carmen dijo que la caja se la habían dejado en la puerta de casa y que la había guardado para tener un recuerdo de su amado, y que cuando supo que la Guardia Civil iba a registrar su casa se la dio a su vecina para que la guardara, sin contarle lo que realmente había dentro de la caja. Pero las novedades se suceden en este sorprendente caso. Ahora, parece que la cabeza no fue hervida sino quemada, lo que abre la puerta a que todo el cuerpo lo fuera. Unos restos que no han sido encontrados.
Ahí es donde también aparece la señora de la limpieza de Carmen, que se puede haber convertido ahora en una de las claves del caso. No en vano, Carmen llamó, después de un tiempo sin hacerlo, a la mujer y le dijo que trajera su coche y que lo dejase en el aparcamiento del garaje de la urbanización, en el número 12 de la calle Pedro Basabe. Carmen le dejó unas grandes bolsas negras y le pidió expresamente que las tirara, ha declarado la mujer a la Guardia Civil, que ahora se plantea también que el cuerpo de Jesús Mari podría ir en esas bolsas. La realidad es que en estos momentos todos son conjeturas, pero la posibilidad de que Jesús Mari fuera quemado abre más puertas a una investigación que tiene como primer objetivo localizar el cuerpo. ¿Iba en esas bolsas? ¿Será posible ahora localizarlas? ¿Dirá Carmen lo que pasó en realidad y explicará los hechos?