1. Más que detener, retener
El personal de seguridad simplemente puede retener a un usuario a la espera de que lleguen las autoridades policiales, que son las que podrán emprender acciones legales y, si es preciso, detener el individuo y llevarlo a comisaria, tal y como explica Legalitas.
2. ¿Y si empiezan a hacerme preguntas?
Los vigilantes no pueden proceder a un interrogatorio a no ser que hayan sido testigos de un delito 'in fraganti'. De todas formas, el retenido tiene el derecho a negarse a contestar a sus preguntas.
3. Ni registros ni cacheos
No pueden obligar a un sujeto a enseñar sus pertenencias, por lo tanto, depende del usuario someterse a un registro o no. Asimismo, los vigilantes tampoco tienen el derecho a cachear a una persona a no ser que esté peligro su propia integridad física o la del individuo en cuestión. En el caso de realizar la exploración debe hacerlo una persona del mismo sexo que la del usuario.
4. ¿Tengo que enseñarles la documentación?
Al igual que en los casos anteriores, un vigilante puede pedirlo, pero la persona podrá decidir si quiere enseñarla o no. Lo mismo ocurre si pide al usuario otras acreditaciones como la de la tarjeta de transporte.
En el caso de negarse a contestar las preguntas del personal de seguridad, no querer someterse a un registro, a un cacheo o no enseñar el documento de identidad la seguridad sí que podrá pedir a esta persona que abandone el edificio o el lugar cuya vigilancia tiene encargada.