Vincent Lambert tuvo un accidente en 2008, en el que quedó parapléjico.
Hasta 2013 se estuvo intentando mejorar su situación, pero fue imposible. Los médicos recomendaron que la atención se detuviese. Aunque en un principio su mujer Rachel estuvo de acuerdo, el resto de su familia no fue consultada. Comenzó entonces la larga batalla legal sobre su cuidado. Su esposa y seis de sus ocho hermanos estaban de acuerdo con la retirada del apoyo artificial, pero sus padres, católicos devotos, y otros dos hermanos creían que este debía seguir con vida.
En 2014, el caso llegó al Consejo de Estado francés, que dio la razón a los médicos. Los padres y los dos hermanos pidieron la suspensión cautelar de la sentencia. Más tarde, en 2015, los padres publicaron un vídeo en YouTube en el que, según dijeron, se mostraba cómo el hombre reaccionaba al estar con su la familia. Los médicos involucrados indicaron que el vídeo era engañoso.
En 2018, el equipo médico anunció de nuevo que retiraría la alimentación artificial y los padres volvieron, de nuevo, a recurrir al tribunal administrativo, al Consejo de Estado y a Estrasburgo. Pero un año después, una vez agotada la vía judicial, los médicos de Lambert han interrumpido de nuevo su alimentación artificial. Sus padres pidieron frenar la desconexión mientras examinaban con profundidad el caso. Un juzgado les ha dado la razón: los médicos deben devolver el soporte vital a Lambert y esperar a la decisión de la ONU.
Es un caso que ha dividido al mundo, dando lugar a manifestaciones relacionadas con los hechos. E incluso wikipedia se ha visto obligada a no permitir editar la página para que no se convierta en una "guerra de ediciones".