Testimonios

Iosu perdió a su hijo de 11 años atropellado cuando iba en bici: "El conductor conocía al niño, no sé como puede vivir con lo que ha hecho"

Iosu Beraza, padre de Iurgi
Iosu Beraza, padre de Iurgi.. Redacción Euskadi
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BilbaoIosu y Agurtzane perdieron a su hijo Iurgi de 11 años, en 2020, en plena pandemia. Un conductor arrolló al pequeño mientras andaba en bicicleta por un camino vecinal cerca de su casa, en Aulesti (Vizcaya). "Consumidos" por la pérdida de quién era "nuestro motor" y "la salsa de nuestra casa", pero también por no haber sentido el amparo de la justicia, estos padres han esperado cinco años y medio a que se celebre el juicio, por lo civil, que estaba previsto para este 17 de octubre en Gernika, pero que vuelve a aplazarse hasta el 27 de noviembre: “Ya va siendo hora, porque hasta que no se acabe el tema judicial, no vamos a poder tener el duelo por la muerte de nuestro hijo”.

Las pocas fuerzas que les quedan "nos las da Iurgi", pero "estamos destrozados". Este padre sabe que el autor del atropello "no va a ir a la cárcel", porque la causa penal está archivada provisionalmente, pero "que quede claro que la responsabilidad civil es de este señor" y que "mi hijo no tiene precio".

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La familia de Iurgi denuncia que la investigación policial estuvo repleta de fallos, lamentan las "mentiras una detrás de otra" del conductor que, tras el atropello, llegó a mover el coche, la bicicleta y hasta al niño. "Le conocía a mi hijo desde que era pequeño", relata Iosu, que no sabe "cómo este individuo puede vivir con lo que ha hecho".

El niño circulaba en bici por un camino vecinal a 200 metros de su casa cuando fue arrollado mortalmente
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El juicio, previsto inicialmente para el pasado 6 de octubre, sufrió un nuevo retraso y se fijó este viernes 17 como fecha para el arranque de la vista en los juzgados de Gernika. Sin embargo, esta familia deberá esperar aún un mes y medio más, ya que la vista se aplaza, nuevamente, hasta el 27 de noviembre. A pesar de que en 2023, la vía penal quedó cerrada, el año pasado un juez decidió reabrir el caso por lo civil.

"No fue un accidente"

El atestado que realizó la Ertzaintza, tras el atropello mortal del 21 de mayo de 2020, apuntaba a una fatalidad y descartaba la culpabilidad del conductor. Una versión con la que nunca ha estado de acuerdo la familia que ha denunciado, desde el principio, los fallos de la investigación policial. Su postura se vio refrendada con la reconstrucción técnica que, posteriormente, realizó una empresa privada, Itrasa. Un informe "demoledor" que apunta, por ejemplo, a que el conductor circulaba por encima de los 50 kilómetros por hora, cuando la Ertzaintza lo fijó en 30, y que "iba por en medio de la carretera". “No podemos entender los fallos en el atestado policial”, el cálculo está hecho, basándonos en el “impacto que dejó mi hijo en la luna del coche”.

El pasado 2 de octubre, el juez se acercó hasta Aulesti para ver en persona el lugar en el que ocurrieron los hechos. “Saber la verdad” y “poder hacer el duelo”, es lo que pide esta familia vizcaína que califica de “inhumano” todo el camino que llevan recorrido desde aquel trágico día. Insisten en que Iurgi no murió en un trágico accidente sin culpables y pretenden demostrarlo en el juicio que llevan esperando más de cinco años. “Esto no se lo deseo ni al que le quitó la vida a mi hijo”, asegura este padre.