La dieta de "Panchito", el jilguero de 23 años que bate récords de longevidad: "Solo le gustan los dulces caseros"

"Panchito" devora los bizcochos y las magdalenas de Rosario, su dueña
A pesar de su edad, luce el plumaje de un jovenzuelo y sigue cantando
La rata topo desnuda: ¿Tiene el secreto de la longevidad?
ValenciaA punto de cumplir 24 años, "Panchito" sigue batiendo récords de longevidad y luce el plumaje de un jovenzuelo. Este jilguero, mezclado con canario, dobla la esperanza de vida de los ejemplares de esta especie que está entre los 10 y 12 años. "Es como si una persona tuviera 200 años".
Sus orgullosos propietarios, José María, de 81 años, y Rosario, de 78, dos vecinos de la Font de la Figuera (Valencia) siempre han tenido mascotas en casa y desde que un amigo se lo regaló se convirtió en uno más de la familia, al que miman como si fuera un hijo.
Su jaula reluce como la suite de un hotel de cinco estrellas y aunque ya tiene los achaques propios de su avanzada edad, en los días de sol todavía se anima a cantar.
Cada poco tiempo José María y Rosario le cambian el agua para que siempre esté limpia y desayunan todos los días con él en la cocina.
Dulces caseros
Pero el secreto de su salud de hierro podría estar en su dieta. Además, de comer alpiste de la mejor calidad, desde que cumplió tres años introdujeron en su menú los bizcochos y las magdalenas.
Rosario, una gran repostera, siempre ha elaborado los dulces en casa y un día le dio a probar a "Panchito" una de sus recetas, desde entonces, siempre tiene de postre una pequeña porción que degusta como el resto de la familia. Una costumbre con la que este jilguero ha desarrollado un paladar exquisito y muy exigente. "Solo le gustán los dulces caseros, a veces le hemos dado bollería industrial y no se la ha comido".
Como buen anciano, con los años este jilguero ha desarrollado sus manías y las visitas le ponen nervioso, por lo que sus dueños tratan de evitar que se altere cuando llega gente a casa.
Además, cuando llega la hora de dormir, "Panchito" reclama la atencíón de Rosario y José María para que vayan a la cocina y le den las buenas noches, solo entonces se recuesta en su jaula a descansar.
