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El balance de víctimas mortales del incendio en un complejo residencial del barrio de Campanar de Valencia ha ido cambiando durante toda la tarde. En las últimas horas han pasado de cuatro a nueve personas fallecidas, a lo que hay que sumar otra desaparecida. Desde la calle se ha podido observar el trabajo, arriesgado y muy delicado, de la Policía Científica y de los bomberos que han estado trabajando en el interior del edificio.
Sobre las 21:00 horas, la presencia de los servicios de emergencia ha ido disminuyendo. Se pueden ver patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional, pero, por ejemplo, se han replegado muchos bomberos (solo queda un retén que operará en la noche) y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Ha sido un trabajo arriesgado porque el edificio está muy dañado. Han estado buscando posibles pistas, qué originó el fuego, y, sobre todo, aquellos que todavía no habían sido localizados.
Los trabajos de este viernes:
En el interior de esta desolación, bomberos y Policía Científica han encontrado los cuerpos de las nueve personas que no pudieron huir del fuego. Los equipos han recorrido cada una de las 138 viviendas e inspeccionado cada rincón. Y, entre paredes y suelos calcinados, han aparecido esas víctimas. Por el momento, una persona sigue sin estar localizada y se mantienen los trabajos de búsqueda: "No podemos descartar que haya más víctimas, porque va a haber más inspecciones", ha explicado Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana.
Los médicos forenses trabajan sin pausa en la identificación de los cuerpos. "Los familiares de las personas serán informadas de todos los datos que tienen que aportar para proceder a la identificación de sus familiares", ha indicado la consejera de justicia de la Comunidad Valenciana, Elisa Núñez. Y continúan las labores de comprobación de los edificios. Con drones y desde fuera se descartaba el riesgo de colapso.
"Los bomberos han certificado que la estructura resistía para que, al menos, ellos accedieran al edificio", ha apuntado María José Calatá, alcaldesa de Valencia. Desde dentro, planta a planta hasta llegar a las superiores, los bomberos han revisado posibles daños en la estructura de hormigón. Han tratado de comprobar su resistencia antes de empezar a investigar cómo se originaron las llamas, unas diligencias que ya están abiertas. Durante la tarde han seguido refrescando algunos puntos y, al llegar la noche, esta vez, el lugar de la tragedia se ha vuelto elve oscuro y negro.
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