Buddy, el compañero inseparable de Dingo, busca también una familia tras toda una vida en una protectora de Valencia

Buddy fue encontrado recién nacido por unos senderistas en pleno monte junto al cuerpo de su madre muertaCon solo tres meses, fue acogido por una protectora de Valencia. "Llegó porque estaba muy mal, con unas diarreas muy fuertes provocadas por el Parvovirus de los perros, una enfermedad potencialmente mortal", explica Sara, voluntaria de la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas de San Antonio Benagéber.

Una infección que le produjo una enfermedad secundaria por la que tuvo que ser ingresado de urgencia para intervenirlo quirúrgicamente. "Los veterinarios tuvieron que cortarle 20 centímetros de intestino para salvarle la vida", recuerda la voluntaria. 

El calvario de constantes diarreas

Una operación que mejoró su calidad de vida, aunque durante años ha seguido sufriendo diarreas, una condición que ha echado atrás a las familias interesadas en adoptarlo y que ha provocado que a sus ocho años nunca haya salido del refugio. "Es un perro muy dócil e inteligente que aprende muy rápido. Además, a su edad, es como un cachorro que busca el cariño de las personas y no para de jugar". 

Es como un cachorro que busca el cariño de las personas y no para de jugar

Con el paso del tiempo, su salud ha ido mejorando gracias a los cuidados y la atención que ha recibido en la protectora. "Es un perro muy limpio, nunca hace sus necesidades en el lugar donde duerme. Además, los veterinarios nos aseguran que si viviera con una familia no sufriría el estrés de estar en la protectora y aún mejoría mucho más", afirma Sara, que pide para Buddy "una familia que viva en Valencia o sus alrededores y que tengan una casa o chalet con terreno". 

Es un perro muy limpio, nunca hace sus necesidades en el lugar donde duerme

Una semana sin Dingo, su compañero fiel

Hace cuatro años, la vida de Buddy y Dingo, otro perro que llevaba 11 de los 17 años de vida en la protectora, cambió al comenzar a compartir jaula. Desde entonces, se convirtieron en compañeros inseparables, pero la semana pasada Dingo encontró una familia y desde entonces Buddy está triste y se siente solo. "Está muy afectado y necesita más que nunca una familia que lo quiera y, por fin, disfrutar del mundo fuera de una jaula".

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