Guerra entre agricultores y fabricantes por el uso de almendra extranjera: los aranceles de Trump podrían cambiar la situación
El sindicato agrario Asaja acusa al Consejo Regulador de la IGP Jijona y Turrón de Alicante favorecer la almendra californiana
Desde Asaja reclaman que los fabricantes apuesten por el producto local,
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AlicanteLos aranceles de Trump parecen que pueden dar un giro a la relación entre los agricultores de almendra de Alicante y los fabricantes de turrón de Jijona. El sindicato agrario Asaja ha elevado el tono contra el Consejo Regulador de la IGP Jijona y Turrón de Alicante, al que acusan de favorecer la almendra californiana —más barata y, según ellos, de menor calidad— en lugar de utilizar la marcona autóctona.
Asaja ha aprovechado la guerra comercial con Estados Unidos, desatada por los aranceles de Donald Trump, para enviar una carta al presidente del Consejo Regulador, César Soler, reclamando una reorientación hacia la almendra nacional. La respuesta del sector turronero no ha tardado: afirman que ya se emplea mayoritariamente almendra española y que los aranceles norteamericanos les afectan “cada vez menos”.
Reproches con sabor amargo
Desde Asaja reclaman que los fabricantes apuesten por el producto local, especialmente en las gamas premium, para que el consumidor asocie la marcona con calidad y compromiso con la agricultura del territorio.
Así lo han dejado ver mediante este comunicado: “Resulta inaceptable que no se prioricen nuestras materias primas en una coyuntura tan controvertida”. Acusan a los turroneros de utilizar el nombre de Alicante sin usar sus productos, lo que consideran una forma de “ambigüedad”. Además, el sindicato carga contra la Unión Europea por haber retrasado la aplicación de los aranceles a la almendra californiana hasta el 1 de diciembre, cuando la campaña del turrón ya está en marcha. Piden adelantar la medida al 16 de mayo.
Cambios polémicos en el pliego de la IGP
El malestar también se alimenta de una modificación en 2023 del pliego de la IGP, que eliminó la exigencia de que las almendras y la miel procedieran de la Comunidad Valenciana. Ahora solo se pide que las variedades estén reconocidas comercialmente. Para Asaja, esto abre la puerta a la importación masiva. Desde el Consejo, Federico Moncunill, su secretario general, aclara que “una IGP no exige que la materia prima sea local, a diferencia de una denominación de origen”. Moncunill recuerda además que en noviembre de 2023 firmaron un acuerdo con la Asociación Española de Productores de Almendra Ecológica y que el uso de almendra nacional va en aumento por motivos de trazabilidad y seguridad alimentaria.
Esperanza en el campo... y en el mercado
Los almendreros alicantinos, muy golpeados en 2024 por la xylella fastidiosa y la sequía, ven en este contexto una oportunidad de recuperación. “Llevamos años sobreviviendo”, lamenta Alfredo Sogorb, presidente de la Cooperativa Frutos Secos del Mañán. Afortunadamente, este año, con las lluvias del primer trimestre y el encarecimiento de la almendra americana, la demanda de marcona se ha disparado. Sogorb señala que, gracias a los aranceles de Trump, han ganado mercado en Canadá, mientras que en Europa crece la sensibilidad por el producto local y la reducción de la huella de carbono. Además, por primera vez, la almendra californiana supera en precio a la española: 6,70 euros por kilo frente a 6,40.
El conflicto, sin embargo, sigue sobre la mesa. El mercado de marcas blancas sigue optando por la californiana, dada su producción diez veces mayor y su logística eficiente. Pero en las marcas tradicionales como 1880, La Fama o Picó, aseguran desde Asaja, “la marcona sigue siendo la reina”.
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