Alba Santana ha roto su silencio en la revista ‘¡Hola!’. La hija de Mila Ximénez y Manolo Santana habla de la relación que ha mantenido con sus padres y cómo vivió su separación: “Mi madre no me abandonó, mi madre me ofreció la mayor prueba de amor: renunciar a mí para que yo tuviera un futuro”.
Mila, desde una sala VIP, escuchaba. La colaboradora se mostraba emocionada y sabía que se enfrentaba a una tarde complicada: “No pude terminar de leer la entrevista, porque por primera vez Alba cuenta lo que yo he intentado contar siempre, la separación no fue traumática porque tenía dos años”, comenzaba a decir. Eso sí, también se ha dado cuenta de cómo Alba percibió lo que sucedía: “Tuvo que ser madre y tener muchas conversaciones para entender lo que su padre me hizo a mí”. Para Mila, era “una herida cerrada”, pero en cierto modo ha vuelto a abrirse: “El desgarro y el dolor que me hicieron durante muchos años es una herida que ya estaba cerrado todo y se ha vuelto a abrir porque he entendido que ella también sufrió y yo eso lo tenía menos claro”.
Jorge Javier Vázquez le preguntaba si pensaba que Alba no había sufrido y ella matizaba: “No tanto, ella nunca me lo contaba, ambas intentábamos soslayar los puntos de dolor que teníamos para que ni ella sufriera ni yo tampoco, ahora me doy cuenta de que lo vivió todo con mucha nitidez y eso me apena”.
Ante las preguntas del presentador, Mila reconocía que siempre se había sentido culpable, pero tampoco pudo actuar de otro modo: “No podía hacer otra cosa, ella necesitaba estudiar fuera, era muy caro, necesitaba tener su vida tranquila y no tener ningún tipo de problemas, le alejé de cualquier cosa que pudiera hacerle sentir mal a costa de muchas cosas”. Por todo ello, Mila confesaba algo: “Por eso, cuando hablo del padre de Alba, hablo con un tremendo odio a veces, es un ser al que llevo detestando mucho tiempo”.
Ya en plató y tras ver las declaraciones de su hija, Mila hablaba de su relación con Manolo Santana: “Me detestaba y sabía que la única manera de hundirme era quitándome lo que más quería”, decía. Eso sí, cree que su entonces mujer sí se portó bien con Alba: “Creo que Otti trató muy bien a mi hija”. Pero no solo de su exmarido, Mila también recordaba cómo fue su vida en aquella época. Pasó 10 años sin trabajar: “Lo vendí todo, incluso he pensado en desaparecer para siempre, pero si no lo he hecho ha sido por mi hija”, confesaba.
Mila cree que su hija es diferente a ella, declaraba que la quiere “profundamente” y confesaba: “Me he sentido mala madre” La colaboradora de ‘Sálvame’ recordaba un momento, un regalo de su hija que le hizo cambiar de ánimo: “Alba trabajó de camarera, dos meses de verano. Un día llego a casa y me dijo “vengo a darte esto” y me había alquilado una casa”. A partir de entonces pensó: “Desde aquí hay que subir, ya no se puede bajar. Empecé a llamar a puertas, escribí guiones… la vuelta a la televisión fue una cosa fortuita”.
La colaboradora también quería decir algo sobre las declaraciones de su hija: “Tengo el permiso de Alba para decir esto: dije ayer que Alba, si hablaba para una revista, diría la verdad. No sé si la revista ha quitado algo para no desfavorecer a Manolo. Alba entiende que su padre no se ha portado mal con ella y no entiende por qué se ha puesto en manos de una señora como Claudia”.
Jorge Javier Vázquez pedía a Mila que diera las buenas tardes a alguien que estaba al otro lado del teléfono, la colaboradora así lo hizo y su emoción fue a más cuando escuchó a su hija: “Mi intención no fue remover los sentimientos de tristeza ni verte mal, lo que quería es que todo el mundo supiese lo mucho que te quiero y lo orgullosa que estoy de todo lo que has hecho”, le decía. Pero Mila le explicaba que esto ha sido “una catarsis”, le decía que llorar “está bien” y le añadía: “Te doy las gracias gordita, primero por haberme hecho el regalo que me haces cada día con mis niños, estoy loca por ti, estoy loca por esos niños, por mi yerno…”.
Alba coincidía, pero afirmaba que sus recuerdos no son malos. Hablaba de lo bien que lo pasaban juntas y decía: “No quería que fuese un victimismo, recuerdo momentos súper mágicos y felices y se lo deseo a todo el mundo. No fue todo lo traumático que dijeron, y gracias”.
Mila se quedaba sin palabras: “Te quiero Alba, sé que te digo que no entres en esto pero te lo agradezco también (…) Vamos a mirar al futuro que tenemos cosas que hacer”.