La actitud de Raquel Bollo en ‘Supervivientes’, donde participa como defensora de sus hijos, Manuel Cortés y Alma Bollo, ha provocado el estupor entre los colaboradores de ‘Sálvame’, que no reconocen a la que fue su compañera de plató durante años. Kiko Hernández ha llegado a una conclusión: cree que Raquel necesita dinero. Por su parte, Maria Patiño siente "rabia" por que los amigos de Raquel no la aconsejen bien.
Raquel Bollo no solo se enfrentó a Isa Pantoja por defender a su prometido, Asraf Beno, en el conflicto que mantenía con su primo, Manuel Cortés, en ‘Supervivientes’. La colaboradora de televisión no solo no toleró el conflicto con su hijo, tampoco que Isa se posicionara del lado de su chico.
Por ello, cuando Manuel regresó de Honduras le dijo en directo que fue su prima quien rompió su concurso y los colaboradores de ‘Sálvame’ no son capaces de reconocer a Raquel Bollo.
Kiko Hernández tomaba la palabra para recordar que lleva 20 años trabajando con Raquel y “nunca” la ha visto así. El colaborador ha reflexionado y ha llegado a una conclusión, hace meses se dijo que tanto Manuel como su hermana Alma concursaban en el reality para ayudar a su madre con sus deudas, entonces no lo creyó, pero ahora empieza a encontrarle sentidlo.
“Debe no sé cuánto dinero, casi 800.000 euros y mete a sus hijos en ‘Supervivientes’, el último tren para salvar su patrimonio y poder pagar”, afirmaba el colaborador, que cada vez tiene más claro que cuando ve a sus hijos fuera del concurso, como es el caso de Manuel, ve “200.000 euros menos”: “La obsesión que tiene hasta el punto de meterse con su gente más cercana es que ve que le están quitando la posibilidad de pagar sus deudas”.
“No defiende a sus hijos, defiende a su patrimonio y está haciendo el mayor de los ridículos”, concluía Kiko Hernández y María Patiño tomaba la palabra. La presentadora de ‘Sálvame’ cree que Raquel le hizo un “flaco favor” a su hijo mediatizándolo durante su entrevista.
María “jamás” ha visto a Raquel “tan resentida” ni señalando con el dedo a todo el mundo: “Me da rabia que haya compañeros nuestros que, siendo sus amigos, no le digan lo que le tienen que decir porque está perdiendo el control de todo”.