La tarde en ‘Sálvame’ ha comenzado recordando la que, sin duda, es la incorporación más excéntrica desde hace años, la de Miriam Saavedra. Habló, bailó, saltó, casi se cayó… hizo de todo, opinó sobre todo y a punto estuvo de afectar a la audición de Jesús Manuel, que se sentaba a su lado. Sin embargo, su mejor momento podría estar a punto de terminar y es que alguien podría querer truncar su carrera.
Dados los múltiples problemas mediáticos de Miriam con Mónica Hoyos y ante la sospecha de que pudiera tener algo que ver, ‘Sálvame’ ha llamado de urgencia a Rafa Mora para que acudiera a la casa de la excolaboradora del programa y, mientras tanto, hemos conectado en directo con Miriam.
La flamante nueva colaboradora estaba feliz por su comienzo en ‘Sálvame’ pero muy triste porque se cree víctima de “un complot” de ciertas personas que quieren hacerle daño: “ya dejé mi relación ¿qué más quieren? Llevo toda mi vida trabajando y no me parece justo que venga gente a jugar con el pan de nadie”.
Y parece que los papeles de Miriam podrían tener algo que ver en este asunto. Carlota Corredera aclaraba que para que Miriam pueda trabajar como colaboradora habitual, hay que arreglar una serie de documentos que ahora Miriam “no tiene como tiene que tener”.
Ya en casa de Mónica Hoyos, Rafa Mora nos transmitía que Mónica está “muy enfadada” con todo el mundo, incluido él. Al parecer, se ha quejado de llevar cuatro semanas intentando cerrar un ‘Deluxe’, pero Carlota Corredera tenía algo que decir al respecto: “efectivamente, pero no se ha sentado porque pide una cantidad tan desorbitada, tan fuera del mercado, que nunca va a venir en esas condiciones y con ese dinero”.
Pero Rafa sí nos adelantaba algún titular, como que no entiende cómo una persona que dice estar enamorada pasa de las lágrimas a las risas en un salto; “porque soy intensa”, se escuchaba decir a Miriam. Y hay más, parece que Mónica niega ser ‘la mano negra’ e, incluso, se alegra de que Miriam sea colaboradora porque así se quedará en España y podría tomar medidas legales contra ella. Además, dejaba planear una duda: que Carlos Lozano pudiera estar detrás de todo esto…
Miriam lloraba, reiteraba que todo esto es “un complot” en su contra y afeaba a Mónica que fuera capaz de sembrar la duda sobre su ex: “con Carlos no tengo comunicación, lo único que tengo con es mi corazón porque en este sofá [decía levantándose] he llorado mares de lágrimas (…) que no embarren diciendo que este señor está detrás”.