16.00 - 0.00 | Los morronui se rebelan contra sus amos

Buenas tardes, queridos fans de Secret Story. Afrontamos la casa sin Sofía Cristo y con una Adara que parece más cerca del grupo minoritario. ¿Se sentirán más fuertes o tendremos sorpresa el jueves? Puede pasar de todo... así que no os perdáis ni nun minuto del programa con nosotros.

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Frigenti y Cristina preguntan a Adara si esta casa le recuerda a algo. Ella recuerda alguna anécdota con Gianmarco.

Después examinan el tema de que les pongan vídeos con las polémicas de la semana. Adara lo prefiere; Cristina cree que es algo que tensiona mucho la casa. Frigenti recuerda algún tweet que le puso a Alba Carrillo para picarla.

Después creen que va a ser chocante para el público ver que Adara se ha unido a ese grupo.

Aparece Canales, con bastante mosqueado por todo el tema de la prueba. Les comenta que aunque él sabía que era un juego, cree que el otro grupo está muy irascible. Y aunque todos son amigos, cree que hay que empatizar con el resto, porque con esta prueba, la cosa está yendo a peor.

"Hasta me han tirado el plato", dice Adara. "Si no son capaces de llevarlo, no sé para que se meten en un programa así"...

Y con esto me despido. José Comas, todo tuyo. ¡Hasta mañana, lectores!

Luca esconde el conejito de peluche de Emmy

Vamos a irnos con los Morronui, que llevamos un rato sin verles.

Están en una habitación Luca, Cristina, Frigenti y Adara, todos riéndose un poco de un lapsus que ha tenido la Pariente enganchándose el micro.

Luca decide esconder el conejito de Emmy para hacer una broma, con Adara jaleándole.

Después, todos preguntan a Luca cómo ha aprendido español tan bien. "Hace 5 meses no tenía ni idea de español", contesta el italiano, repasando como ha aprendido y como lo hablaba Gianmarco.

A continuación pasan a comentar el tema

El sindicato de Pringanuí

Una vez cenan los jefes, es el momento de que los criados hagan lo propio. Así que se ponen a ello, ya tranquilos.

Isabel Rábago deja está plan líder sindical, y comenta que quieren poner un acuerdo sindical y cosas así. Les recuerda que, según las reglas, pueden negarse a obedecer sus instrucciones, pero darán la perdida la prueba.

Cynthia y Sandra coinciden en que hay quién está algo subidita con su papel de jefa... o diosa.

Se temen que, por una desobediencia de Emmy, la prueba ya esté perdida... pero la Rábago afirma que no permitirá que nadie se meta con ella. Lucía Pariente dice que "si está perdida, lo dejamos ya, pero lo dejamos hoy".

En la habitación, los Gemeliers hablan lo mismo con Canales Rivera: "la prueba está perdida", y va a tocar pasar hambre.

La casa termina de cenar y toca recoger toda la mesa. Por supuesto es cosa de los morronui.

Pringanui al borde del ataque de nervios

Lucía está mosqueada, y no oculta para nada sus dudas sobre el futuro de la prueba. Pero peor es la actitud de Fiama que, en l cama con Emmy, está quejándose constantemente de sus papel... y sobre todo de Adara, que cree se está cachondeando de ellos con mucha soberbia.

En la cocina tenemos a esclavos cocinando y amos cenando. El ambiente está un poco más distendido. Julen bromea con si los pringados pueden tener relaciones... "Solo si te lo dice la diosa Adara", le responden.

Rebelión

Fiama y Emmy no tienen la menor intención de hacer bien las tareas encomendadas por la diosa Adara o por el resto de los Morronuis, así que el encargo de huevos a la plancha de Adara lo mismo llega reguleras.

Mientras hacen sus cábalas sobre la expulsión de mañana, Fiama hace hincapié en que está completamente segura de que Adara está disfrutando mientras los "putea".

Empiezan las órdenes de los Morronuis

Adara no se corta a la hora de pedir la cena a los Pringanuis y da órdenes de qué quieren comer tanto ella como sus compañeros y cómo quiere que esté todo preparado. De momento ya ha pedido cinco huevos a la plancha y patatas aliñadas. Está encantada con su papel de diosa.

Lucía está preparando cena al igual que Emmy, que está ya con el encargo de Adara. Adara pica a Lucía diciéndole que igual no va a dormir hasta que ella decida que no necesita nada más, lo que por supuestísimo hace que Lucía entre al trapo, a pesar de las advertencias de sus compañeros de que no diga nada.

Los Pringanuis quieren perder la prueba

Isabel Rábago permanece en la cama escuchando las quejas de sus compañeros. Está muy abatida porque no sabe cómo sobrellevar el tener que servir a los que considera enemigos dentro de la casa, como Frigenti o Cristina.

Después de hablarlo, parece que la determinación de algunos del grupo sirviente, encabezados por Emmy y Fiama, es que prefieren perder la prueba.

En la cocina, los ánimos de los Morronuis están en el extremo contrario al de los sirvientes. Frigenti, Adara y Cynthia están encantados con el papel que les ha tocado en la prueba, sobre todo teniendo en cuenta que Adara es la diosa a la que todos deberán pleitesía.

Siguen las discusiones por la prueba.

Las discusiones no cesan, tampoco en torno a la prueba semanal.

En una de las habitaciones Gemeliers, Fiama, Cynthia y Emmy hablan con Sandra al respecto. Insisten en que si los "putean" en el otro grupo no se van a esforzar , así que perderán la prueba. Todo dependerá del tipo de órdenes que les den, ya que ellos son los "Pringanius". Fiama y Emmy están especialmente indignadas con el papel que les ha tocado desempeñar.

Pringanuis

A Miguel se le da la oportunidad de montar un equipo que contará con ventaja en la prueba alrededor del tótem Moai y que se enfrentará a los “Pringanuis”. Canales ha querido dejar claro que, si bien se siente agradecido por la elección de Miguel a pesar de sus diferencias, no se encuentra cómodo en el equipo. Miguel le dio la oportunidad de cambiarse por algún miembro del otro equipo, pero ante la falta de voluntarios para ello, los equipos se mantienen.

Mañana por la noche se decidirá definitivamente quién saldrá de La Casa: si Sandra o Miguel. Y además, Sofía visitará el plató.

Sandra o Miguel

Por fin arranca Última Hora y el tema principal, lógicamente, fueron los hechos acontecidos ayer en los que el enfrentamiento entre Sofía y Miguel terminó con la expulsión de la primera al haber cruzado una línea roja después de una escalada de improperios causados por la actitud del periodista hacia Sandra hasta que Sofía llegó a agarrar a Miguel.

Ahora mismo los nominados son Miguel Frigenti y Sandra Pica, que reciben emocionados los mensajes de ánimo de amigos y familiares después de horas de tensiones desde la expulsión de ayer.

Dudas de Luca

La conversación de Luca con Isabel se alarga. Está claro que, a pesar de la imagen que proyecta el galán italiano, tiene dudas sobre cómo se está desarrollando su paso por la casa y la desconfianza que tiene hacia algunos de sus convivientes, especialmente hacia Emmy y sus enfrentamientos con Lucía, de la que no tiene claro cuáles son sus intenciones con tanta pregunta personal que le hizo.

Isabel admite que ella no está al tanto de todo lo que sucede en La Casa y que le ha pasado en más de una ocasión el enterarse de asuntos en una gala. El tiempo pasa y ya queda muy poco para Última Hora a las 20:00 donde probablemente se aclaren unas cuantas cosas. ¡Lo veremos!

Hablando se entiende la gente

Los concursantes se van preparando para la conexión en directo de Última Hora a las 20:00. Un nuevo rato para descansar y asearse.

Luca e Isabel aprovechan para confesar los problemas que puedan tener entre ellos y otros compañeros de la casa. Isabel apenas pegó ojo anoche y Luca nota que no todo el mundo le entiende en la casa, pero lo bueno es que con Isabel sí puede hablar. Al fin y al cabo ya tienen experiencia de haber solucionado sus conflictos hablando aunque la propia Isabel admite que hace unos días que lo conoce y que, por el momento, tendrá que fiarse de lo que le cuente.

Currando después del curry

Después de cambio de equipo en el trabajo en el Moai, se empieza a comentar sobre los efectos secundarios del arroz al curry. Canales comenta con Sofía que deben adelantarse a las polémicas y conspiraciones que puedan surgir a partir de ese asunto.

Roma no se construyó en un día y la prueba tampoco se ha a completar en un rato. En este nuevo equipo formado por Canales, Sandra, Julen, Isabel y también Lucía, Sandra e Isabel se lanzan improperios, pero aclaran que es una manera que tienen para mantener su amistad.

¿La suma de las partes?

El trabajo alrededor del Moai continúa mientras Luca le sigue dando vueltas a cómo administrar los tiempos de trabajo con el desequilibrio de número de miembros en los equipos. Sandra le recuerda que, si bien algunos no han trabajado tanto en el Moai, sí lo han hecho en otras labores del hogar de las que todos sacan beneficio.

Cuando trabajan cinco en los tributos del Moai, el rendimiento no marca gran diferencia puesto que se pasan más tiempo esperando por su turno, aunque en esas esperas por lo menos implican tener tiempo para recuperar aliento. Por otro lado también es cierto que este equipo formado por Emmy, Fiama, Lucía, Dani y Julen, debería organizarse algo mejor.

Confesión en el salón

Sandra Pica charla con Adara sobre amores mientras juega con el pelo de Jesús, que duerme una siesta de lujo. Adara admite que todavía siente su última ruptura amorosa, ya que sucedió tan solo hace un mes. En esa línea Sandra le cuenta cómo su ex estaba dispuesto a volver a establecer la relación a pesar de todo lo que él tenía que asumir lo sucedido en los programas en los que ella participó, pero ella no lo vio así y es mejor asumir que si algunas cosas sucedieron, fueron por un motivo. También es cierto que hay interés en mantener una relación cordial por la custodia compartida de su perro.

Jesús comenta sobre sus temores a tener ansiedad, pero la verdad es que ahora mismo lo debería llevar bastante bien. Adara está aprovechando para ponerse al día de el entorno en el que se ha metido su reciente incorporación. Por lo pronto parece que hace buenas migas con Sandra.

Cristina “Porta”

Cristina Porta porta los cubos con los tributos para el Moai y aprovecha el tiempo que pasa con Luca y la buena química que tienen, para ir aprendiendo palabras en italiano: “jueves” es “giovedi”. Y eso que, de paso, vamos aprendiendo nosotros también.

Cristina insiste en aprovechar la ocasión para que todos vayan aprendiendo idiomas, y lo hace utilizando también el inglés como propuso Luca. A pesar de todo lo que hacen por tener el ánimo alto, poco a poco van notando los inconvenientes de ser un equipo con solo tres miembros.

Hace calor

Mientras trabaja con sus compañeros, Luca continúa aprendiendo usos del español mientras habla sobre cómo otros hablan a sus espaldas. Para encontrar la motivación, aunque también, como referencia al trabajo físico bajo el sol, Cristina y Miguel cantan canciones como Hace calor de Los Rodríguez.

Luca es probablemente el inquilino de La Casa de los Secretos que mejor cumple con la indumentaria de la prueba. Incluso trabaja descalzo. También es el que mejor lo luce. Sólo le traicionan las gafas de sol que, de todos modos, lleva apoyadas en la frente.

Nueva ceremonia alrededor del Moai

Se comunica a los participantes que cuando suene la música tendrán que adorar a su diosa realizando bailes tribales. También se recuerda a los participantes que deben llevar en todo momento el vestuario asignado para la adoración, aunque hoy solo se requerirá mientras se realiza el trabajo. Y es que la disciplina del equipo es un tanto variable según qué caso.

Se produce el relevo de equipos y entra a trabajar el equipo formado por Luca, Cristina y Miguel. A ver qué tal lo van llevando. El equipo anterior tiene, por fin, su turno de descanso en la cocina.

“Vamo a calmarno”

Continúan los trabajos frente al Moai y, poco a poco, los ánimos empiezan a caldearse sobre si la distribución del trabajo está siendo equitativa. “Vamo a calmarno”, comenta Jesús Gemelier para apaciguar los ánimos en una alusión voluntaria, o no, al pokémon Squirtle. Y es que tras la expulsión de Sofía los habitantes son muy conscientes de la importancia de guardar las formas.

La tensión va subiendo entre los equipos pero también entre sus mismos miembros. Emmy es de las que peor está llevando el que no todos trabajen igual. Seguramente unos momentos de descanso en la cocina mejoren los ánimos, y es que, con comida y un respiro, todo es mejor.