En 2001 aterrizó en ‘Crónicas Marcianas’ Carlos Latre para revolucionar a base de voces el late night de Telecinco. Con él apareció el clon del cubano más confundido, pitonisas, una becaria buena, pero muy pava y mucho personaje de lo más ilustre del mundo televisivo. De esas icónicas imitaciones hizo un ingrediente genuino para convertir en noctámbulos a los espectadores por aquel programa.