Oriana no es la única: Kiko Rivera y Matamoros también abandonaron 'GH VIP'

telecinco.es 18/09/2018 18:39

Matamoros duró quince días exactos en la edición de ‘GH VIP’ que se emitió en 2005, pero fueron dos semanas de lo más intensas. El colaborador dejó claro que no tragaba a Lara Rodríguez; se negó a convertirse en alumno de toreo de Martín Pareja-Obregón e incluso tuvo algunas palabras para el cantante King África y la periodista Adi Villaespesa.

Pero ni la expulsión de su archienemiga Lara Rodríguez consiguió frenar la salida anticipada de Kiko Matamoros. Tan solo cuatro horas después de la salida de la que fuera secretaria de Carmina Ordoñez, el excolaborador de ‘Sálvame’ se plantó en el confesionario para anunciar que abandonaba el concurso.

“Yo he abandonado el concurso para estar al lado de mi mujer” fue la explicación que le dio a Jordi González en el Debate y aaclaró que su salida le “había costado un montón de euros, porque no he cobrado ni un duro por el tiempo que he estado". Una afirmación con la que pretendía callar todas las voces que aseguraban que podría haber abandonado para hacer negocio. Además, aclaró que tras su salida tenía que pagar una importante multa.

Parece que Kiko Rivera y Matamoros no solo tienen en común el nombre, ya que justo diez años después del primer abandono, el hijo de Isabel Pantoja tomó ejemplo y acudió al confesionario para presentar su renuncia oficial a continuar en la casa de Guadalix.

Chabelita no se despidió de su madre antes de entrar a ‘GH VIP 6’, tal y como contó la tonadillera en su llamada histórica en ‘Sálvame diario’, pero parece que Kiko Rivera tampoco lo hizo en 2015 y el sentimiento de culpa fue lo que pudo llevarle a abandonar. “El no poder darle un beso de despedida a mi madre me está pudiendo” y añadió: “Me acuerdo de que me he ido sabiendo dónde está mi madre y sabiendo que mi familia me necesita”.

En todo momento dejó claro que su “problema máximo” era que no se había despedido de su madre, pero el mal rollo de la casa y la relación con sus compañeros también pudieron influir. “No aguanto el mal rollo”, “soy un infeliz en esta casa” y “no va conmigo el estar todo el día enfadado” fueron otros de los argumentos que empleó en su último confesionario.

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