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Labrador tiene un amplio recorrido en el terreno amoroso y antes, mucho antes de encandilar a Maite Galdeano en ‘La Casa Fuerte’, el valenciano se presentó a ‘Mujeres y hombres y viceversa’ con el objetivo de enamorar a una conocida tronista.
Llegó al programa del amor en 2012, con solo 25 años, y lo hizo sacando pecho y derrochando seguridad y chulería por todos los poros de su piel. Era su primera vez en Telecinco, pero ya en su debut dejó claro que se sentía bastante cómodo delante de la cámara.
El ahora concursante de ‘La Casa Fuerte’ hizo su entrada estelar en el dating show más longevo de Mediaset en enero de 2012 y fue para conquistar a Laura Barcelona, una de las tronistas más míticas y queridas de la historia del programa.
Aunque era su primera vez en Telecinco, el pretendiente dejó claro que llegaba con mucha seguridad en sí mismo y no borró la sonrisa de su cara en ningún momento. Por aquel entonces, Labrador llevaba un look muy distinto al que luce ahora y, en vez de peinarse hacia un lado, ponía tieso su pelo a golpe de secador y laca.
Nada más ver a su tronista, el ahora ‘pretendiente’ de Maite Galdeano aprovechó para presentarse. Le explicó que llegaba de Valencia, que trabajaba en un pub de la playa y que su mayor afición era “el deporte”. “Me gusta hacer canoa y el fitness”, aseguró en su primer día.
En el terreno del amor, a Labrador no le habían ido muy bien las cosas. El pretendiente le contó a Laura Barcelona que lo había dejado con una chica con la que “llevaba varios años”, que su casting lo había hecho un año y medio antes de su debut y que había decidido pretender a la catalana porque era la que más le había gustado: “Mamen no me gusta para nada”, dijo labrador refiriéndose a la compañera de trono de Laura.
Aquel día, las palabras de Labrador convencieron por completo a Laura Barcelona, que no dudó en invitarle a que se sentara en su bando de pretendientes y que luchara por irse con ella de la mano.
El ahora concursante de ‘La Casa Fuerte’ fue uno de los tres pretendientes que consiguió hacerse un hueco en la final de la mítica tronista. Después de varios meses de reinado, Laura Barcelona tomó una decisión el 3 de febrero de 2012 y terminó decantándose por Álvaro Pérez, el joven con el que había tenido un flechazo desde el minuto uno de trono.