Sí, habéis leído bien. Antes de llenar toda su casa de banderas de Inglaterra y preparar tres platos de lo más ‘british’, Ainhoa se recorrió medio mundo junto a su hermana Idoia en la primera edición de 'Pekín Express’. Las gemelas aceptaron con gran valentía el reto de recorrer 10.000 km con la ayuda de un euro diario y su instinto de supervivencia.
Aunque en un principio aseguraron que discutían mucho entre ellas, nos regalaron momentos de lo más divertidos y emotivos durante su paso por el programa, demostrando que estaban muy unidas.
Nada más empezar la carrera en Rusia, las gemelas protagonizaron uno de los momentazos más míticos del programa. Con el salero que les caracterizaba, consiguieron convencer a un lugareño de que las dejara cenar y dormir en su casa. Aunque la felicidad duró bastante poco, ya que la esposa de este buen hombre no dudó en echarlas a la calle, por lo que tuvieron que pasar la noche al fresquito… nada… 6 graditos.
Idoia y Ainhoa eran bastante claras y durante su viaje entre Rusia, Mongolia y China, no dudaron en destapar a los que ellas consideraban traidores. Su principal objetivo fueron Carlos y Mario, dos abogados madrileños que se autodefinían como ‘pijos’, a los acusaron de tener una estrategia. Pero ellos no fueron el único blanco de las vascas, José y Oier, profesor y alumno, fueron tachados de incumplir uno de los pactos entre compañeros.
A pesar de demostrar que eran unas auténticas guerreras, la anfitriona de ‘Ven a cenar conmigo’ y su hermana tuvieron que abandonar ‘Pekín Express’ en la 10ª etapa del programa, por motivos de salud de Idoia. Entre lágrimas y muestras de cariño de sus compañeros, las gemelas se vieron obligadas a dejar el concurso a pocas etapas de la final, aunque demostraron que, en su caso, la verdadera victoria del era haberse tenido la una a la otra.