La cena salvaje y surrealista de Jorge Sanz: “Os parece normal que me dé una copa medio usada”

  • Jorge Sanz ha utilizado su poder y les ha pedido que votaran delante de él

  • A Avilés le ha parecido todo muy básico como es Jorge Sanz

“Hoy es mi gran noche”, anunciaba Jorge Sanz mientras preparaba su menú en la tercera noche de esta entrega de ‘Ven a cenar conmigo: gourmet edition’. Sus platos, Sanzpacho (gazpacho de tomate y sandía); su plato principal, carne al punto de Sanz, y por último, postre de Sanz, el mejor helado de los Alpes.

Su casa se encuentra ubicada en un espectacular enclave donde convive con multitud de animales, plantas… y por donde pasa un “tren cada cinco minutos”, contaba muy asombrada Ana María Aldón tras conocer la casa del anfitrión.

Cena con avispas

La cena empezaba con un aperitivo en el jardín, pero ha acabado siendo un poco accidentado este aperitivo antes de la cena porque no paraban de llegar avispas. Unos bichitos a los que Ana María Aldón les tiene mucho miedo, de hecho prefiere antes a un tiburón que a una pequeña avispita. La que parecía que no le tenía nada miedo era María Jesús, mientras que no la picaran le daba igual que estuvieran por allí. Pues mira por donde que al final le dieron un picotazo en toda la espalda. Jorge Sanz está acostumbrado a estas picaduras, así que rápidamente la atendió.

Tras este pequeño imprevisto, Avilés descubría algo que le ha alucinado tanto que casi se lo lleva al plató de ‘Viva la vida’: ¡el Goya del actor! Cuando lo han visto se han tirado todos a cogerlo y sobarlo, pero Jorge Sanz ya les avisaba, de su casa no salía nada. Además o solo tiene este premio en su casa, tiene dos Sant Jordis, Fotogramas… y un Gallifante (del que por cierto se siente muy orgulloso).

Después de dejar en su sitio el Goya (en el suelo cerca de la chimenea), todos se han ido al jardín a degustar el suculento menú. Con el Sanzpacho hay quien se ha quedado contento y a quien tampoco le ha parecido para tanto.

Pero lo que más ha destacado en esta cena no han sido los platos si no los bichitos, la lejía en las servilletas, algún que otro cuchillo sucio… “¿Os parece normal que me dé una copa medio usada por él?”, ha preguntado un poco horrorizada María Jesús al resto de invitados. Y encima no paraban de aparecer los perros, si sobraba un poco de carne pues para ellos, que se caía un guante al suelo, no pasaba nada…. Los invitados se han escandalizado un poco con lo natural y salvaje que ha sido todo.