Irene Rosales contesta a la camarera que "tuvo algo" con Kiko Rivera y se posiciona del lado de su marido en el conflicto con Isabel Pantoja

  • Irene Rosales se encuentra aislada en casa tras dar positivo en coronavirus

Alicia, la camarera con la que Kiko Rivera confesó haber “tenido algo” hace algunos meses, visitó el plató de ‘Sálvame’ para contar su versión de lo que había sucedido entre ellos. La andaluza intentó en todo momento dejar en buen lugar a Irene Rosales pero, ¿cómo se ha tomado nuestra compañera que Alicia se haya puesto frente a una cámara para hablar de sus intimidades?

“Esto está más que olvidado, es algo que se cerró en enero y por mucho que esta chica hable o el programa (‘Sálvame’) lo saque a mí no me va a hacer daño (…) Yo ya lo hablé con mi marido y está todo perdonado (…) Kiko ya reconoció que había tenido algo con esa chica y estoy segura de lo que me dice mi marido porque he visto esos mensajes (…) Ni a mí ni a mi marido nos afecta, es un tema que en mi casa ya no se habla”.

Irene ha asegurado que la versión de Alicia en ‘Sálvame’ es la real, la misma que ella sabe por boca de su marido, y que efectivamente le mandó un mensaje pidiéndole que dejara en paz su matrimonio, algo de lo que se arrepintió al instante.

Irene responde a las polémicas declaraciones de su suegra, Isabel Pantoja

Es uno de los escándalos de la semana. Parece ser que la relación entre Kiko Rivera y su madre, Isabel Pantoja, no atraviesa por su mejor momento y así lo demuestra la conversación telefónica que tuvieron en ‘Sábado deluxe’ y las posteriores (y polémicas) declaraciones de la tonadillera en las que dejaba entrever que no terminaba de confiar en la palabra de su hijo: “Cuando le mire a los ojos sabré si de verdad está deprimido”. Irene Rosales ha contestado a su suegra y se ha posicionado claramente a favor de su marido:

“Yo puedo entender que Isabel esté molesta por lo que se está diciendo de ella, pero no por otra cosa (…) He hablado con ella sobre las niñas pero sobre Kiko no, esos son cosas de ellos (…) Kiko y su madre han hablado por teléfono, pero las cosas importantes las tienen que hablar cara a cara”.