Juan Manuel le hizo a su madre una promesa antes de morir: encontraría a su hermana biológica. De ella solo sabe que se llama Andrea y que su madre tuvo que darla en adopción “por circunstancias de la vida”.
Josefa, su madre, cuidó de sus hijos cuando eran pequeños pero, tras caer enferma, los servicios sociales le retiraron la custodia de la pequeña Andrea que por aquel entonces tenía siete meses. Durante un tiempo, Juan Manuel y su madre visitaban a Andrea en el centro de menores, donde soñaban con volver a estar los tres juntos.
En una de las visitas, en lugar de a Andrea encontraron una carta en la que decía que la pequeña había sido adoptada y que su nueva mamá “les hablaría de ellos”. El dolor por la pérdida de Andrea fue demasiado grande y las cosas no hicieron más que empeorar para Josefa: los servicios sociales también le retiraron la custodia de Juan Manuel y años más tarde murió. Comenzaba una dura travesía en la que Juan Manuel tocaría fondo en varias ocasiones, hasta hoy.