‘Ya es mediodía’ se hace eco de la cacelorada que protagonizan unos vecinos de Madrid por el ruido que ocasiona un gimnasio que hay colocado justo debajo de sus casas. El local no está aislado y, después de cinco años sufriendo las consecuencias, denuncian estar al límite.
La desesperación los ha llevado a esto, después de cinco años viviendo un calvario: no pueden dormir ni descansar y se quejan de que, en ocasiones, el local deportivo cierra bastante tarde: “Aunque no estén haciendo deporte, se encuentran haciendo una fiesta”, nos cuentan los afectados.
“Lo que, en un principio empezó como una relación normal y nos pidieron paciencia, se ha convertido en un calvario porque no han cumplido su promesa de insonorizar el gimnasio”, se queja una de las vecinas, que añade lo siguiente.
Cuenta que llegan a recibir amenazas y ya no solo por parte de los dueños del gimnasio, sino también por parte de los clientes, que graban a los vecinos y los vejan. Hacen meriendas, se sacan las máquinas a la calle y el ruido que hacen es insoportable. Vemos algunas imágenes como prueba.