Parece que la lección de solidaridad que España dio acogiendo al Aquarius en el puerto de Valencia - donde más de 600 inmigrantes fueron socorridos y atendidos- no ha servido para mucho. Pocos días después de su atraque, nos encontramos con un caso similar: Italia vuelve a cerrar su puerto y deja a la deriva otro buque con 224 inmigrantes que se encuentran en las costas de Libia.
El aire de esperanza que había generado el acuerdo con el Aquarius en torno a las políticas de migración (una de las primeras decisiones de Pedro Sánchez como presidente de España), y que la misma Elena Valenciano había calificado en 'Ya es mediodía' como un modelo a seguir por el resto de Europa, ha perdido su espíritu con este mazazo de Salvini.