Platos, sillas e incluso puertas, salieron despedidos desde la terraza del inmueble ante la manifestación de los vecinos. Vanesa Cabo es la matriarca de esta familia y niega que se haya marchado, va a volver: “ahora más que nunca”.

Además, ha dejado claro que aunque llegó a La Llagosta y fue okupa durante tres años, ya no lo es: “no vuelvo, es que nunca me he ido, yo no soy okupa” y es que tiene un contrato de cinco años de alquiler por el que paga 150 euros.

Por otro lado, ha anunciado que interpondrá una segunda demanda contra el alcalde de la localidad, Óscar Sierra, por sus declaraciones. El primer edil ha apuntado que no justifica ninguna acción violenta pero añade que la víctima es el pueblo de La Llagosta: “yo soy el alcalde de los vecinos que sufren, siempre hay que ponerse de parte del débil”. Y es que, para Vanesa, Sierra es quien "ha incitado" esta situación.

Vanesa se pregunta por qué le adjudican cosas que ella no ha hecho y culpa a los vecinos de comenzar la trifulca: "Mi fallo fue entrar al trapo, reconozco mi culpa pero si tú me provocas con mis hijos, no voy a respetar ni a nada ni a nadie, me llegué a pegar con Mossos y con Local".