El incidente tuvo un final feliz y el niño cuyo brazo fue atrapado por el tubo de succión de una piscina en La Nietos fue rescatado sano y salvo. Sin embargo, su padre, que había mantenido la compostura durante las dos largas horas que dueró el rescate, se vino abajo al ver que su hijo ya estaba bien: "No sé si fue por la tensión o el calor pero me desmayé y me han tenido que poner 7 grapas en la cabeza".