Los investigadores de Harvard han desarrollado un potente antibiótico, la cresomicina, capaz de eliminar muchas infecciones resistentes a las superbacterias, que se han convertido en una amenaza mortal para la salud mundial. Por el momento se ha probado con éxito en el laboratorio y ha mostrado su eficacia contra varias cepas patógenas contra las que los médicos se han quedado sin fármacos.
El nuevo antibiótico creado por un equipo de investigadores de Harvard supera los mecanismos de resistencia de varias cepas patógenas de bacterias resistentes a los anitibióticos con los que los médicos disponen actualmente. Según datos de la OMS para el año 2050 serán 10 millones de personas las que mueran cada años por infecciones causadas por superbacterias.
Un equipo dirigido por Andrew Myers, profesor de Química y Biología Química Amory Houghton, ha publicado en la revista Science un experimento realizado con un compuesto sintético, la cresomicina, capaz de eliminar muchas cepas de bacterias resistentes a los medicamentos, incluidas dos de las más letales: el estafiloco dorado (estafilococcus aureus) y la seudomonas aeuroginosas (Pseudomonas aeruginosa).
"Aunque todavía no sabemos si la cresomicina y medicamentos similares son seguros y eficaces en humanos, nuestros resultados muestran una actividad inhibidora significativamente mejorada contra una larga lista de cepas bacterianas patógenas que matan a más de un millón de personas cada año, en comparación con las clínicamente aprobadas. antibióticos”, ha explicado uno de los responsables de la investigación Andrew Myers.
Los investigadores siguiendo el análisis estructural de cómo los antibióticos se unen a ribosomas de diversas especies bacterianas, desarrollaron una nueva molécula antibiótica, la cresomicina, que adopta la estructura necesaria para la unión ribosomal.
La nueva molécula demuestra una capacidad mejorada para unirse a los ribosomas bacterianos, que son máquinas biomoleculares que controlan la síntesis de proteínas. La alteración de la función ribosómica es una característica distintiva de muchos antibióticos existentes, pero las superbacterias han desarrollado mecanismos de protección que impiden que los medicamentos tradicionales funcionen.
Los resultados de la investigación "muestran una actividad inhibidora significativamente mejorada contra una larga lista de cepas bacterianas patógenas que matan a más de un millón de personas cada año", ha asegurado Myers.
La cresomicina es uno de varios compuestos que el equipo de Myers ha desarrollado, con el objetivo de ganar la guerra contra las superbacterias.
La nueva molécula sintética desarrollada por el equipo de Harvard se inspira en las estructuras químicas de las lincosamidas, una clase de antibióticos que incluye la clindamicina comúnmente recetada. Como muchos antibióticos, la clindamicina se elabora mediante semisíntesis, en la que productos complejos aislados de la naturaleza se modifican directamente para aplicaciones farmacológicas. Sin embargo, el nuevo compuesto de Harvard es totalmente sintético y presenta modificaciones químicas a las que no se puede acceder por los medios existentes.
"Los antibióticos forman la base sobre la que se construye la medicina moderna", dijo el coautor y estudiante graduado Kelvin Wu. "Sin antibióticos, no se pueden realizar muchos procedimientos médicos de vanguardia, como cirugías, tratamientos contra el cáncer y trasplantes de órganos".
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