¿Cómo pagar el IBI fraccionado?
Muchos ayuntamientos permiten repartir el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles a lo largo del año
Hay que avisarlo en plazo, para que el ayuntamiento del municipio donde residamos pueda hacer efectivo el fraccionamiento del pago
IBI: ¿Qué pasa si no se pagan los impuestos municipales?
Hay ciertos impuestos que deben pagar todas las personas que posean un inmueble, un local o una plaza de garaje. Nadie se libra del IBI, un tributo regulado por la Ley de Haciendas Locales que grava la titularidad de los bienes inmuebles ubicados en un determinado municipio.
Es países como el nuestro, es uno de los impuestos más relevantes y que más dolores de cabeza suele generar entre quienes poseen una casa o un terreno. Al ser de gestión local –cada ayuntamiento es el encargado de recaudarlo año a año–, es una fuente importante de ingresos municipales y se utiliza para financiar multitud de servicios y gastos , desde el mantenimiento de las calles al alumbrado público, entre otras partidas que dependen justamente de lo recaudado con este tributo.
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El tipo impositivo aplicable sobre el valor catastral se fija cada año y lo determina la Administración tributaria en función del valor de mercado del inmueble en el momento de realizar el cálculo. ¿Cómo se abona? ¿Puede repartirse, para no dañar nuestro bolsillo?
Así puedes pagar el IBI de forma fraccionada
El importe que nos tocará pagar por el IBI se calcula multiplicando el tipo impositivo por el valor catastral del inmueble. Este pago puede pagarse anualmente, aunque muchas personas deciden abonarlo en plazos a lo largo del año para distribuir el gasto y buscar cierta ventaja en el ahorro.
Por regla general, la forma de pago de este impuesto variará ligeramente en función del lugar donde residamos. Será cada ayuntamiento el que determine el procedimiento que hay que seguir. La buena noticia es que la gran mayoría de ellos ofrecen distintas opciones de pago fraccionado para hacerle más sencillo a los contribuyentes y las empresas el desembolso: en una sola cuota, en dos, o incluso más, hasta 12.
Madrid, por ejemplo, permite el abono en 9, 5, 3 o 2 plazos, como también sucede con la Tasa de Residuos Urbanos. En Barcelona, la fracción máxima es de 4 plazos. En Valencia, si se domicilia el tributo en la cuenta bancaria, puede dividirse en 3 pagos. Sevilla reduce esta división a 2, un evidente agravio comparativo con otras comunidades que permiten a sus contribuyentes hacer menos gravoso este desembolso.
Eso sí, para hacer efectivo el fraccionamiento, hay que solicitarlo en las fechas que el gobierno local indique. Lograremos ciertas ventajas fiscales también dependiendo de la modalidad de pago que escojamos: domiciliación bancaria, pago en ventanilla, a través de una plataforma online de titularidad municipal, que suele denominarse Oficina Virtual de Tributos (el caso de Madrid, por ejemplo) o incluso por teléfono.
Siempre es recomendable consultar la página web del ayuntamiento correspondiente o ponerse en contacto con su oficina de recaudación para obtener información específica sobre cómo pagar el IBI de forma fraccionada en un determinado municipio y qué ventajas y descuentos podemos obtener. Dependerá de nuestra situación personal y del municipio en el que vivamos. Algunos ayuntamientos ofrecen descuentos por domiciliación bancaria, por ser familia numerosa, por tener una discapacidad o por ser pensionista, entre otras casuísticas.