La Policía y la Fiscalía de Tailandia ha analizado en la segunda jornada del juicio contra Daniel Sancho dos pruebas que consideran fundamentales para demostrar que hubo premeditación por parte del español antes de matar al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Las dos pruebas son; el alquiler de un kayak para deshacerse de los restos mortales en el mar; y los cuchillos y la sierra que compró un día antes del crimen.
Al alquilar el kayak, según los agentes, el acusado ya habría matado y descuartizado el cuerpo del cirujano. "Alrededor de las 23:00 horas, el acusado sacó el torso, la cabeza y las manos de la víctima del refrigerador, los puso en una mochila y caminó hacia una zona de alquiler de kayaks cerca de la playa, a unos 300 metros de la habitación del hotel", señala el informe policial que recoge EFE. Sancho siempre ha reconocido haber descuartizado el cuerpo de Arrieta y haberse deshecho de las partes del mismo en varios puntos de la isla, incluido el mar, delito penado con un año de cárcel. La defensa intentará demostrar que el alquiler del kayak fue "un acto desesperado y no planeado".
En cuanto a los cuchillos y sierras, las autoridades alegan que estos utensilios fueron adquiridos para matar y descuartizar el cuerpo del cirujano colombiano. La defensa de Sancho, por su parte, busca desmontar esta teoría. Argumentan que Sancho se formó como chef y que los cuchillos eran los propios que se utilizan para cocinar, lo que aseguran que pretendía hacer durante su estancia en la villa que alquiló en la isla, y en la que tuvo lugar el supuesto crimen.
Tal y como recoge EFE, utilizarán una explicación parecida acerca de la compra de la sierra, para madera y de la marca Pumpkin, y de la tabla de cortar, justificando que no serían las herramientas más indicadas para desmembrar un cuerpo, y que, según la defensa, el joven las adquirió para cortar cocos. En este sentido, uno de los testigos que declarará por parte de la defensa será un experto en sierras.