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Montoya y Anita, en un vaivén continuo de emociones: del tenso choque que no se vio en la palapa a su segunda reconciliación

Montoya y Anita protagonizan un vaivén continuo de emociones en Supervivientes
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La pasada palapa que vivimos en la gala de 'Supervivientes' del jueves fue testigo de diversos episodios y de un cúmulo de emociones y tensiones muy grandes. Pelayo y Montoya tuvieron un acalorado choque que acababa salpicando a Anita, discutiendo esta con el andaluz y protagonizando una discusión que no pudimos ver durante la pasada gala y que hemos visto en esta. Y es que Anita parecía defender a Pelayo por unas palabras que había dicho y Montoya no daba crédito: "¡Eres vergonzosa! ¡Me volviste loco en su día!", le decía a Anita. Pero tras esto, vino una esperada reconciliación entre los dos (se trata de la segunda) y con un nuevo acercamiento de posturas inédito.

Montoya le reprochaba a Anita que defendiese siempre lo que más le interesa y que no estuviese de su parte en los momentos más difíciles. De hecho, el exfutbolista rompía a llorar: "Ahora (Anita) me tiene que meter cizaña...".

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La discusión entre ambos crecía cada vez más, estallando los dos y reprochándose cosas de manera sucesiva. Además, Montoya le echaba la culpa a Anita de que le hubiesen nominado, lo que hacía estallar a Anita: "Quiero que te enteres de que te pongo delante de todo el mundo, ya está", le decía una Anita que quería arreglar las cosas. "Me voy yo. Que no quiero pelearme contigo, que ya estoy sano. Tú estás alterada", le decía Montoya, abrazándola y al borde de la desesperación.

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Montoya y Anita se reconcilian de nuevo

Pero, como se dice, 'después de la tormenta, viene la calma'. Montoya y Anita se veían en su sitio favorito (en la frontera que marca una playa con la otra) y protagonizaban un acercamiento con sabor a reconciliación. Montoya comenzaba diciendo que "estaba muy decepcionado" con el grupo y que no había entendido como Anita, que es la persona más importante de su vida, no le defendiera a él y sí a uno que "tiene mil personalidades" (refiriéndose a Pelayo).

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"Lo primero, ¿para qué entras?", le preguntaba Montoya. Según Anita, lo hizo porque había visto que su expareja "había quedado mal". Anita se acababa sintiendo "mal" porque Montoya cree que no le pone por delante del resto y Montoya le echaba en cara que Carmen Alcayde le entendiese y ella no. Finalmente, Montoya y Anita se acercaban las caras a escasos milímetros el uno del otro y acababan pidiéndose perdón. Un beso de Montoya a Anita en la nariz muy cariñoso ponía el colofón final a esta reconciliación, ya la segunda entre ambos desde que su aventura comenzó en Cayos Cochinos.