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Historia de un malentendido aún no aclarado

Que Almudena se enfade por interpretar mal un refrán dicho por Patricia en una discusión y Edurne por unos votos inexistentes contra ella de Quili, Paula y Mamadou es muy de teléfono escacharrado.

Patricia sorprendida con la interpretación de Cristian a algo dicho por ella. telecinco.es

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Hay un malentendido en la casa sin visos de que vaya a ser aclarado. Patricia está convencida ahora de que la enemistad con Almudena parte de la incorrecta interpretación de sus palabras en la primera discusión entre ambas este lunes. Fue Cristian quien le dio la idea e inmediatamente fue en busca de Almudena para aclararlo. Esta andaba junto a Íñigo y eso hizo que Patricia echase el freno. Mucho más tarde volvió a intentarlo y esta vez la pillo sola en la cocina, pero Almudena no quiso entablar conversación alguna con su nueva enemiga. Lo había estado advirtiendo todo el día: “No voy a hablar con ella, es imposible que hagamos las paces”.

Ni siquiera las recomendaciones de algunos compañeros hicieron que Almudena cambiase de opinión. Diferente fue la cosa con Patricia, azorada por no haberse dado cuenta de que unas palabras suyas se prestaban a confusión. En la discusión de la mañana del lunes Patricia tiró de refranero y le dijo eso de “quién se acuesta con niños, meado se levanta”. Según explicó ayer la pretendía llamar “niñata” y expresar que no quería seguir teniendo relación con ella no se le fuera a pegar su inmadurez. Fue muy diferente la interpretación de esas palabras de Patricia por parte de algunos compañeros.

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Las múltiples interpretaciones de un refrán

Como dije antes, fue Cristian quién le abría los ojos a Patricia, aunque lo que abrió realmente fue la boca, y en algún momento llegué a pensar que no podría cerrarla nunca más. Joon aseguraba que su interpretación en el momento de la discusión había sido esa otra alternativa que había contado Cristian. La clave ahí está en que el novio que dejó a Almudena poco antes de entrar en la casa tiene 24 años. Es, por tanto, bastante más joven que ella. El refrán se pudo interpretar, por tanto, como que quiso referirse a la posibilidad de que ese ex mojase alguna vez la cama al ser un yogurín.

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Patricia dice que desconocía la historia del exnovio de Almudena, 13 años más joven que ella. Por eso ayer se quedó de piedra al escuchar la interpretación de Cristian, aunque posiblemente no fuera suya. No obstante, se había referido a una conversación previa con Íñigo sobre el tema, por lo cual creo que pudo ser este el inspirador de una nueva interpretación a las palabras de Patricia. Pienso que esto podría justificar la respuesta de Almudena en el momento, pero en ningún caso el tono empleado a la noche durante la conexión en directo en Telecinco.

Se puede decir que Cristian convenció a Patricia y desde ese momento deseó aclararlo con Almudena, con poco éxito por el momento. Y pinta que la cosa no va a cambiar en ese aspecto. Al igual que pasó en la discusión de la tarde, llama la atención que nadie haya ido a Almudena para aclarar la historia. Más duro fue comprobar cómo durante los momentos más tensos de la discusión de la noche nadie dijo está boca es mía, limitándose todos a observar a una nueva y diferente Almudena, que elevó los decibelios en la casa y llegó a provocar cierto temor en algunos de sus compañeros.

El teléfono escacharrado

Aunque a lo mejor la versión original, aquella que Almudena pudo entender, es mejor que algunas propuestas por parte del grupo. Aroa, por ejemplo hacía esta otra realmente sorprendente. Se trata de una desconcertante tercera vía. Decía así: “Al parecer Patricia quiso insinuar que Almudena se había meado en la cama”. Recordemos que las amigas que nunca lo fueron, según Patricia, durmieron juntas un tiempo, aunque dormir al lado de alguien no es garantía de una amistad. Claro que no. ¿Quién no duerme con desconocidos sin tener con ellos ligazón alguna? Todo el mundo lo hace, ¿no? Pues no.

Una mala interpretación ha podido desencadenar la mayor crisis en la casa hasta ahora, dando lugar al momento más tenso vivido. Es como ese boca a boca que desfigura complemente la información y extiende el pánico por Londres en ‘La guerra de los mundos’, esa afamada novela de H. G. Wells, origen de la no menos famosa emisión radiofónica que hizo famoso a Orson Wells. Mi versión preferida del significado de las palabras de Patricia es la de Aroa, por tratarse de la más disparatada. Otra cosa es que sea proporcionada la reacción de Almudena si es verdad que entendió lo que ahora presuponen al menos Patricia y Cristian, que cada día pasan más tiempo juntos aunque no quieran dar pábulo a comentarios dañinos para el marido de Patricia. Que no se enfade la “meretérica”, como llamaba Chiquito de la Calzada a la benemérita. O sea, la Guardia Civil.

Lo cierto es que todas las reacciones en este conflicto tienen algo de exageradas. No deja de ser irónico ver a Patricia ofenderse tanto porque Almudena hubiera escondido un cartón de leche cuando ella había escondido otro. Tampoco parece equilibrado calificar de traición el enfado de Patricia, ni siquiera porque le metiese 3 puntos a Almudena en las imprevistas nominaciones del domingo. Casi peor que todo esto me parece ver a Patricia negando haber sido amiga de Almudena. Y no vale alegar que la palabra amistad no se debe usar en vano (como en el bíblico mandamiento) porque aquí decimos “te quiero” con facilidad pasmosa, como tengo dicho.

Las nominaciones que nunca fueron

Al menos Almudena puede sentir rencor por unos puntos en las nominaciones que sí le dio Patricia. No como Edurne y su resquemor hacía Aquilino, Paula y Mamadou por haber querido sacarla a la palestra en las últimas nominaciones. Dice Edurne: “Lo intentaron, pero no lo consiguieron, pero me van a volver a nominar y ahora empiezan a ser mayoría”. Lo que empieza a calar es la idea de que el grupo de los diferentes van ganando la partida. En puridad, no creo que sea así, entre otras cosas porque los grupos no están todavía definidos por completo. Cada día atisbo un nuevo “rotondazo” y los regresos de algunos a su grupo del principio. Es el caso de Raúl, a quien ayer vi muy solícito apoyando a Paula.

Edurne no debió fijarse bien el domingo porque los tres compañeros que merecen sus dudas nominaron a la cara, como ella misma. Y ninguno de los tres le dio un solo punto. Lo tenía fácil para acertar, pero no ha dado ni una. En realidad, Edurne lo tenía todavía más fácil porque nadie la nominó. ¿Acaso no se dio cuenta de eso? ¿Dónde tenía la cabeza para no apreciar del detalle más importante de las nominaciones para ella? Ni un solo voto en contra es algo para recordar, no ya los siguientes días sino para siempre, diría yo. Mal vamos si Almudena se enfada por interpretar mal un refrán y Edurne por unos votos inexistentes contra ella. Esto no es un teléfono roto, parece más bien que estuviera muerto y enterrado.

Exagerado o excesivamente susceptible

Lo de Edurne no solo es despiste sino una susceptibilidad que probablemente negaría. Lo de las nominaciones inexistentes no es teléfono escacharrado, más bien podríamos hablar del fenómeno “¡Que vienen los rusos!”. Es decir, una alarma exagerada, normalmente infundada, basada en el miedo a una amenaza que en realidad no está ocurriendo. En cuanto a su susceptibilidad pudimos comprobarlo cuando saltó contra Paula durante esos alegatos y contra alegatos que tanto han dado de sí. En el momento del contra alegato Paula prefería defender a Patricia y lo hacía, entre otras cosas, afirmando que “mi grupo no la ha dejado sola porque ha estado apoyándola todo el rato”.

A Edurne le ofendió sobremanera que Paula hablase del apoyo dado por su grupo a Patricia, entendiéndolo de manera negativa. Como si destacar el apoyo de unos significase negar el de otros. Aparte de ser cierto que Patricia se debe sentir más apoyada por Paula, Quili, Mamadou, Raúl o Aroa que por José Manuel, Jonay, Edurne o Íñigo. En esta línea fue la explicación dada por Paula a Edurne ayer. Matizó que hablaba de ella y su grupo sin cotejarlo con el apoyo del otro grupo. Lo cierto es que Patricia se había quedado en tierra de nadie, entre otras cosas por la animadversión expresada por Íñigo hacia ella. Negar eso sería negar la evidencia y Edurne ha estado bien cerca. Paula se comprometió a matizar más y mejor en ocasiones futuras. Por su parte, Edurne cumplió con lo dicho y aún habiéndose resuelto este otro malentendido no fue capaz de pedir perdón.

Moleskine del gato

La estabilidad del grupo enfrentado o Aroa y compañía está amenazada. Íñigo reparte a diestra y siniestra, por tanto igual le toca recibir a Edurne como a Paula. Esta vez ha expresado sus dudas sobre Cristian y ha criticado a Jonay. En lo de Cristian tiene a Edurne junto a él porque no se cree que sea tan bueno como parece. Además, para ella ha estado jugando con Rocío y ahora lo hace lo mismo con Patricia. Volviendo a Íñigo, que cargue contra Mamadou o Joon no llama tanto la atención como que lo haga contra Jonay. Dice de este que intentó mover los hilos para conseguir que se salvara Lorena. Adivínelo el inteligente lector: efectivamente, a Íñigo no le gustaba Lorena tampoco.

¿Se puede saber qué hace Edurne conjeturando sobre la virginidad de Paula? No le debería importar si es virgen o no, incluso si hubiera mentido al afirmar que lo es. No escuché a Paula decir tal cosa, sí echando balones fuera y afirmando que de esas cosas no va a hablar. Tampoco tengo que dudar de Edurne, simplemente no logro comprender que ella, precisamente ella, utilice la sexualidad de esta compañera para criticarla. No era necesario.

Aroa afirmó hace unos días que su estrategia actual es no buscar conflictos. ¿Y si se los encuentra? “Menor no decir nada y no discutir”, aseguraba. Apuesto cinco contra uno a que no puede mantener ese propósito mucho tiempo. Sin ir más lejos, en los contra alegatos del lunes salió en defensa de Paula cuando la empezaron a acogotar entre Edurne y Jonay.

Hablaban en la antigua pajarera (ahora reconvertida en refugio exterior en el interior) Belén, Quili, Mamadou y Paula. En realidad, era Belén quien hablaba y lo hacía sin descanso, enlazando unos temas con otros. ¿Alguien podría adivinar qué paso con Paula? En la imagen de aquí abajo puede verse: se quedó profundamente dormida. Y no me extraña nada.

[Todas las imágenes de este texto han sido capturadas por el autor]