Amador Mohedano: "No quiero interrumpir más la vida de nadie"

Unas fotos de Amador Mohedano en la terraza de su casa y en compañía de una mujer acabaron con la paciencia de Rosa Benito. Más aún cuando Rosa vio algunas de las fotografías en las que Raquel aparecía “con un tanga rojo”. Para la colaboradora de ‘Sálvame’ es una falta de respeto y ha tomado una decisión: pedir la separación ya. Poco después, el propio Amador Mohedano conectaba en directo con el programa y, aunque pedía perdón, negaba que hubiera mantenido relaciones con Raquel.

“Estoy mal, me ha hecho mucho daño, no es lo mismo pensarlo que verlo, estoy sin dormir nada, mi casa ayer a las cuatro de la mañana era la casa de los zombis”, así se encontraba Rosa 24 horas después de ver las fotografías. Para la colaboradora, estas imágenes demuestran que Raquel no solo ha estado un día en su casa y se pregunta si su todavía marido puede seguir negándolo.

Rosa solo hubiera admitido que, durante su intervención, Amador hubiera asumido lo que se está diciendo: “Lo hubiera visto más creíble si dice “me he equivocado, he metido la pata, pido perdón, yo soy un hombre separado y puedo hacer lo que me dé la gana”, lo que no puede es entrar a decir que está enamorado de su mujer”.

A juicio de la colaboradora, la intención de Raquel está clara y cree que esta pasa por la televisión: “Sé que esta chica se va a sentar en un plató y ha cogido a un pardillo, eso sí, él ha estado muy bien, muy feliz, muy a gustito, le han llevado la comida…”

También sabe cómo se gestó todo. Según ha podido saber Rosa, Raquel le mandó diversos correos a Amador, correos de los que ella tiene alguno, y reproducía algunas de sus palabras: “él le dice ‘eres muy guapa pero me gustaría saber algo más, quiero verte, me gustaría conocerte…”. Además, Rosa no alberga ningún tipo de duda: “¿Crees que han tenido relaciones?”, le preguntaba Kiko Hernández y Rosa era muy clara: “Yo sí, pero íntimas de arriba abajo, pero total. Ella lo ha puesto y él que está con ganas…”

Kiko Matamoros intervenía entonces dirigiéndose a Amador para anunciarle: “Tu querida amiga va diciendo que ha tenido relaciones contigo, es que está grabado”. Rosa apuntaba que mientras Amador paseaba a su perro: “ella se dedica a hacer fotos”.

Rosa ha hablado con un íntimo amigo de Amador, Kisko, quien les ha acompañado. Pero Rosa está un tanto molesta con él: “A mí me dices y me llamas, porque si me entero que tu mujer está con un tío te lo digo, le digo ‘me llamas y me dices en tu casa hay una tía y me presento en Chipiona y no hay calle para correr’, por eso dije ayer que lo están tapando continuamente”.

Finalmente, el programa mostraba las imágenes de Amador Mohedano tras su intervención en directo en ‘Sálvame’. El todavía marido de Rosa Benito decía no estar acostumbrado a este tipo de polémicas y aclaraba: “no me da igual para nada”.

Piensa que no le cree nadie porque esta información “es una guerra de ellos que se ha montado en contra mía para la audiencia”, decía Amador. Eso sí, reiteraba sus disculpas a Rosa y admitía sus errores a lo largo de su relación: “ella me ha aguantado mucho pero ¿Esto se termina? A lo mejor, no lo sé”. Sin embargo, no quiere el divorcio, deja esa decisión en manos de su mujer: “No, ella es la que tiene la palabra, si ella dice el divorcio… ¿Que no esté de acuerdo? Pues no, no quiero interrumpir más la vida de nadie”.

Tras escuchar sus palabras, Rosa Benito no tardaba en reaccionar: “Yo tengo la última palabra y ella las últimas acciones”.

Rosa Benito cree que Raquel ha grabado a Amador en diversas situaciones y no dudaba en dirigirse a su marido: “Tonto, que te ha grabado todos los días para escuchar los gemidos, te ha grabado, por fechas, por horas ¡Qué tonto! Ohhhh, ¡Qué torpe!”

Y Lydia Lozano ha podido hablar con Raquel quien afirma lo que Amador niega y lo que Rosa cree: “¿Has dormido en la cama de Amador y Rosa Benito?”, preguntaba la periodista, “sí”, transmitía y Rosa, irónica, replicaba: “dice la verdad”. Pero había más, también le preguntó si habían mantenido relaciones sexuales y su respuesta fue idéntica: “Sí”. “Le pedimos pruebas ¿Y qué tiene Raquel? ¡Pruebas!”, concluía la periodista.