T. Campos: "A veces, uno no llora por las grandes cosas y por las pequeñas te rompes"

María Teresa Campos veía el vídeo de su cumpleaños junto al equipo de ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ en directo. La presentadora no podía evitar las lágrimas y, emocionada, decía a sus compañeros: “Me disteis una gran alegría en un día que no era especialmente bueno, gracias”.

Estas lágrimas suscitaban las dudas ¿Qué le ocurría a la presentadora? ¿Cuál era el motivo de sus lágrimas? En su visita a ‘Sálvame’, Mª Teresa daba las gracias, explicaba que ha sido “muy llorona” siempre y añadía: “Por las grandes cosas, a veces, uno no llora y por las pequeñas cosas llega un momento que te rompes”.

“A veces no es una cosa que te pasa un día, sino una acumulación de pequeñas cosas que vas llevando ahí dentro”, continuaba explicando Teresa Campos. Se emocionó viendo a sus compañeros, en su casa y explicaba que, desde hace algún tiempo, piensa en vivir en un sitio menos complicado: “Esa sería una de las cosas, para que veáis qué tonterías tan grandes, a lo mejor en ese momento digo, mi casa, con mis compañeros...”

“Luego pienso, siempre he tenido orgullo, he pasado en mi profesión a veces muchos desaires, no voy a hablar de un momento concreto”, continuaba diciendo María Teresa, pero también apuntaba: “Muchos desaires, pero he sido rica en el cariño de la gente y de mis compañeros”.

“Gracias por haberos preocupado tanto por mí”, decía Mª Teresa a sus compañeros y comentaba: “A veces, habéis pensado que pudiera ser… Uno en el fondo también piensa que le queda poco de disfrutar de muchas cosas, los años pasan y uno es consciente, vosotros lo viviréis, porque nadie se queda aquí”.

Por otro lado, desmentía que el motivo de sus lágrimas fuera un problema sentimental. “Llamaron diciendo, 'ha roto con Edmundo', y digo si está en la casa y, como están en la puerta, vamos a comprar la pintura de los patios”. También negaba que el motivo fuera su hermana, que se encuentra "fenomenal" tras terminar el tratamiento.

“No me pasa nada grave”, concluía Mª Teresa, “soy afortunada, tengo salud, mi familia la tiene, tengo trabajo, tengo hasta un novio ¿quién tiene un novio con mi edad? ¡Nadie!”.