El precio de la infidelidad

PAOLA ORTEGA 03/04/2008 17:34

Traición, mentira, engaño y decepción son algunas de las palabras empleadas por aquellos que han sufrido la infidelidad de su pareja. Había un acuerdo entre los dos, una promesa de exclusividad hacía la otra persona que se ha roto. La crisis es palpable. Macu estaba harta de Luisma y de sus continuos desprecios. Un mal momento lo tiene cualquiera, y, al final, otro hombre la dio el cariño que ella pedía a gritos.

Según las encuestas de opinión del CIS (Centro de Estudios Sociológicos), la fidelidad sigue siendo uno de los pilares básicos para los españoles en las relaciones afectivas. Sin embargo, las cifras indican que España es uno de los países más infieles. Incomprensible paradoja.

Según una encuesta realizada por el Instituto Sondea para Nordic Mist, uno de cada tres españoles lo ha sido alguna vez, y de éstos, más de un 15% volvería a serlo. La cosa se complica cuando la pregunta es la siguiente: ¿Y si tu pareja no se enterará? Aquí las respuestas son mucho más claras: el sí a la infidelidad gana por goleada.

A pesar de que el porcentaje de hombres y mujeres que han traicionado a sus parejas es muy similar- el 37% frente al 35%-, ellas suelen estar más arrepentidas que ellos. A la hora de perdonar los hombres son más benévolos: el 66% asegura que podría pasar por alto una infidelidad frente al 57% de las mujeres.1

Las causas

Dicen que el amor se termina a los cuatro años de relación. La monotonía y el aburrimiento son algunas de las causas de este tipo de engaños. La pareja ya no siente ese cosquilleo en el estómago cuando aparece su amor, aquel por el que un día perdió la cabeza. Otras de las causas de este fenómeno pueden ser el morbo del riesgo, la novedad, el misterio de tener relaciones con otra persona distinta, una vida sexual deficiente, haberse tomado una copa de más o una simple forma de experimentar nuevas aventuras. Las causas son muchas; las explicaciones, otras; y, la realidad, algo muy distinto a lo que pensamos.

Los síntomas

La infidelidad no es una patología; no hay una solución clara pero todos podemos darnos cuenta, si estamos atentos, si tu pareja se comporta de una forma extraña. Los extremos nunca son buenos, las caricias en exceso o en defecto pueden ser un síntoma de engaño. Si apaga el móvil, manda más mensajes de lo habitual, evita conversaciones sobre el futuro o pasa menos tiempo junto a ti, las dudas son más que razonables.

El negocio de la infidelidad

Una coartada, ese es su negocio. Como quién comete un crimen, las personas que son infieles necesitan una justificación eficaz y sólida. Aquí entran ellos. Empresas como tucoartada.com se encargan de todo este proceso. Hoteles ficticios, falsos congresos, lo que haga falta para que tu pareja no se entere de la verdad.

Una vez que el engañado se ha enterado de la realidad las reacciones pueden ser de lo más variopintas, desde dejarlo definitivamente hasta darse un tiempo o una segunda oportunidad. Todo depende de la situación. No hay una respuesta única. Cada persona es un mundo, cada caso es distinto y por eso es muy complicado tomar una decisión. Y tú...¿perdonarías una infidelidad?