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Luisma, Macu y Barajas son los principales ideólogos de este nuevo producto: las pulseras de la felicidad. Están hartos de tanto trabajar para nada. Y si otros han conseguido mucho dinero con productos absurdos, ellos no iban a ser menos. Después de comerse mucho el tarro se les ocurre vender unas pulseras muy elaboradas, serán de hilo y darán felicidad. Eso lo quiere todo el mundo y se venderán como churros. El anuncio surte efecto y se las quitan de las manos, pero después de un tiempo, la gente se da cuenta que les han estafado…







